La plantilla de Iveco retomará este jueves las jornadas de huelga que comenzaron antes de las vacaciones de agosto como medida de protesta por el bloqueo de las negociaciones para firmar el nuevo convenio colectivo. Además, en esta ocasión la protesta se prologará durante 48 horas, frente a las 24 de las huelgas que hace semanas convocaron (un día por semana). Los paros están convocados para este jueves y el viernes, con la intención de que la planta se quede sin producir, como sucedió en las anteriores jornadas de protesta.
El origen de este conflicto está en la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo, después de que la plantilla rechazase en votación la última propuesta de la empresa: un convenio de tres años (2021-2023) con una subida salarial para el primero del 1,5 por ciento que podría llegar al 2,5 por ciento si el IPC llegase a ese nivel. Para los otros dos años ofrece un uno por ciento de incremento que, con la misma fórmula anterior, podría llegar al 1,6 por ciento.
Los sindicatos consideran que es una oferta que no ajusta al buen momento que atraviesa la fábrica, con un repunte de pedidos, si bien es cierto que la falta de componentes ha llevado a la compañía a solicitar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de 21 días hasta final de año, un extremo que todavía está pendiente de negociar con los trabajadores. Fuentes de los trabajadores también inciden en los «sacrificios» que han hecho los trabajadores en los últimos años, con la aplicación de más de 15 ERTE, y consideran que se les debe compensar en este «buen momento». No obstante, Iveco considera que la oferta es equilibrada en un marco de total incertidumbre para el sector por la falta de componentes, entre otras cosas.
La protesta de estos dos días está convocada para los tres turnos de trabajo y es una medida de presión para que la Dirección accede a volver a la mesa de negociación.