Los GRAPO, el FRAP, Terra Lliure, Colectivo Hoz y Martillo y FAC son solo algunos nombres que completan la larga lista de 14 grupos que conforman la historia del terrorismo de izquierda en España al margen de la banda ETA. Un libro y una investigación rescatan ahora el rastro trágico que dejaron tras de sí: 120 asesinatos entre 1960 y 2006, los años que estuvieron activos. Casi medio siglo de miedo.
No todo el terrorismo patrio lo protagonizó ETA. Hasta 14 grupos de extrema izquierda depositaron su huella asesina en la Historia de España causando ese centenar largo de muertos y dejando 185 huérfanos. Sin embargo, poco (o nada) se sabe de estas bandas; al menos de la mayoría de ellas.
La más conocida fue el GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), que con un total de 93 víctimas mortales a sus espaldas ostenta el macabro título de ser la tercera organización terrorista más mortífera de Europa.
La abogada Carmen Ladrón de Guevara, vinculada a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), trata ahora de devolver a estos grupos terroristas a la memoria colectiva desgranando la historia de sus víctimas a través de un documentado libro: Las víctimas del terrorismo de extrema izquierda. Del DRIL a los GRAPO (1960-2006), que ha sido editado por Almuzara.
«Si en el caso de las víctimas de ETA la tendencia es al olvido, en el caso de estos otros asesinados, al olvido se le suma un desconocimiento generalizado», reflexiona la autora al exponer el propósito de su obra, impulsada por la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
«He llorado mucho escribiendo el libro por la juventud de las víctimas, muchas casadas con mujeres muy jóvenes. Me impresionó que había muchas embarazadas con niños pequeños», desvela al poner el acento en un dato descorazonador y también abrumador: de los 185 huérfanos que ha contabilizado, el 80 por ciento eran menores de edad.
La ardua tarea de documentación y de localización de todos estos damnificados le ha llevado nada menos que cinco años de duro trabajo. Intenso y complicado en muchas ocasiones.
Partió consultando los listados oficiales del Ministerio del Interior, en los que constan un total de 1.453 fallecidos en actos de terrorismo, pero sin que figure la autoría, por lo que tuvo que ir descartando las muertes de ETA o del yihadismo hasta localizar las correspondientes a estos grupos.
Vínculos nacionalistas
A estos grupos terroristas los divide en dos grandes bloques: nacionalistas y grupos de extrema izquierda, «cumpliendo alguna de las organizaciones con ambas características», según observa. Entre los colectivos de extrema izquierda destaca los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) o el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), así como al Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), el Frente Revolucionario Antifascista Vasco Aragonés (FRAVA), el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) o el Colectivo Hoz y Martillo.
Bajo el epígrafe de terrorismo nacionalista sitúa al Front d'Alliberament de Catalunya (FAC), al Exèrcit Popular Català (EPOCA), Terra Lliure, al Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) o al Exército Guerrillheiro do Povo Galego Ceive (EGPGC).
Estas bandas terroristas -explica la autora- encajan en lo que el economista David Rapoport denominó la tercera oleada internacional de terrorismo y que engloba a grupos terroristas que atentaron en Europa, como las Brigadas Rojas en Italia o en Alemania el RAF (también denominada Baader-Meinhof).
Esta circunstancia temporal hizo que la mayoría «se vendieran, y se sigan vendiendo, como movimientos que surgieron en oposición al franquismo», cuando realmente «no solo no fue así, sino que su existencia supuso una auténtica amenaza para el proceso de transición a la democracia».
Por ello lamenta que sus víctimas no estén reconocidas en la recién aprobada Ley de Memoria Democrática, pero sí lo estén sus «victimarios», aunque -según se apresura a matizar- le horroriza utilizar esa palabra para referirse a los integrantes de esos grupos.
De los 120 asesinatos que cometieron estas bandas terroristas, 79 de ellos quedaron resueltos, partiendo, según advierte Carmen Ladrón de Guevara, de que se ha considerado como caso resuelto aquel en el que al menos uno de los autores materiales ha sido condenado o se tiene conocimiento de que ha fallecido.
Respecto a los GRAPO, de los 93 asesinatos que se les atribuyen hasta el año 2006, 70 se habrían resuelto, y de los 23 no resueltos, 12 de sus autores fueron amnistiados. Los integrantes de Terra Lliure, por su parte, fueron indultados en 1994.
Familias de las víctimas
Aunque el hilo principal del libro son los asesinados, la autora también pone el foco en los muchos que resultaron heridos y en los familiares de las víctimas. La gran mayoría agradecieron que se les haya dado voz, aunque algunos han preferido no hablar después de tantos años, porque remover los recuerdos les resultaba doloroso. «Y lo entiendo», asume la letrada, que lleva años tratando con víctimas del terrorismo.
Entre las historias que ha ido recopilando, le ha impresionado la de una víctima del FRAP en la manifestación del primero de mayo de 1973 en Madrid, en la que hasta el momento solo constaba la muerte de un policía.
Ahora, fruto de este trabajo de investigación, ha descubierto que hubo un segundo agente que murió al mes de estos incidentes a causa de un golpe en la cabeza.
Este joven policía, que no era de Madrid, fue destinado a esa manifestación en la que el FRAP había hecho un llamamiento a sus miembros a acudir armados. Pese a resultar herido, optó por no informar de ello a sus superiores porque su mujer salía en pocos días de cuentas y quería volver a su casa en Jaén para estar presente en el parto, pero semanas después acabó muriendo a consecuencia de ese golpe.
Años de olvido
Los huérfanos con los que ha hablado la autora de este libro denuncian también haber vivido una situación de «desamparo y falta de delicadeza». Pone el ejemplo de un joven, cuyo padre, guardia civil, fue asesinado por los GRAPO, y al que le entregaron sus pertenencias manchadas de sangre.
A esto se añadió que, a la semana de morir su padre, su familia se vio obligada a abandonar la casa cuartel que había sido su hogar porque tenían que dejar el espacio para el sustituto del fallecido.
Estas situaciones también se han dado en las víctimas de ETA, unos afectados que además no eran reconocidos como tales, sino que constaban como muertos en acto de servicio, circunstancia que se consiguió corregir con la Ley de Solidaridad con las víctimas del terrorismo aprobada en 1999, recuerda la abogada.
En definitiva, estos grupos, hoy ya en el olvido de la mayoría, representan medio siglo de terror a manos de sus secuaces que no dudaron asesinar, secuestrar y robar para financiarse. El GRAPO fue tal vez el más activo en el asalto a bancos y nunca dudó en disparar. Lo demostró en el atraco al Banco de España en Santiago de Compostela en 1989 cuando asesinó a dos guardias civiles.
Todos actuaron durante los últimos años del franquismo y los primeros de la Transición. Su objetivo era impedir el cambio a la democracia. No lo lograron pese a su rastro de sangre.
Las siglas del miedo
Grupos de Resistencia Antifascista y Patriota (GRAPO): Grupo armado marxista-leninista fundado en Vigo en 1975. Nunca comunicó oficialmente su disolución.
Frente revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP): Organización terrorista de carácter comunista, antifranquista y republicana. Se disolvió en 1992.?
Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL): Grupo terrorista antifascista formado en 1959 por exiliados españoles y portugueses. Desapareció en 1965.
Movimiento Ibérico de Liberación (MIL): Organización anticapitalista y guerrillera activa durante los inicios de los setenta en Cataluña. Duró hasta 1973.
Colectivo Hoz y Martillo: Organización comunista marxista-leninista creada en 1971. Desaparecieron durante 1973.
Front d'Alliberament de Catalunya (FAC): Maoista e independentista, nació en 1969. Suya fue la primera víctima del terrorismo en Cataluña en 1971.
Exèrcit Popular Català (EPOCA): Grupo independentista catalán que estuvo activo en la década de los setenta. Desapareció en 1979.
Terra Lliure: De corte secesionista catalán y socialista, se fundó en 1978 y se disolvió en 1991. Cometió más de 200 atentados, con cinco víctimas mortales, cuatro de ellas de la propia organización.
Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC): Grupo independentista fundado en 1964 para la secesión de Canarias de España. En 1979, renunció al terror.
Exército Gerrilheiro do Povo Galego Ceive (EGPGX): Activo entre los años 1986 y 1991, buscaba la independencia de Galicia como un Estado socialista.