El Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid ha abierto la primera Unidad Ambulatoria de Castilla y León para la rehabilitación de los pacientes que sufren las secuelas de la Covid-19.
De este modo, se complementa la oferta asistencial para pacientes que han superado la enfermedad con secuelas más leves y sin necesidad de ingreso hospitalario para su tratamiento, con el fin de que puedan recuperar su vida cotidiana.
Entre las secuelas más comunes que deja la Covid-19 se encuentran los problemas para hablar o para comer, la falta de movilidad, alucinaciones y deterioro cognitivo con alteraciones de la memoria, el aprendizaje, la percepción o el lenguaje.
Hasta el punto de que el 90 por ciento de los pacientes con COVID hospitalizados y el 80 por ciento del total sufre algún tipo de consecuencia tras superar el virus, como fatiga, dolor de cabeza, dificultad respiratoria, pérdida de cabello, dificultades de concentración, y pérdida prolongada del sentido del gusto.
Esta Unidad Ambulatoria también está destinada a los pacientes que han estado en cuarentena o enfermos en el domicilio y han visto reducida su independencia o su calidad de vida, así como para aquellos que han recibido rehabilitación y quieren seguir mejorando sus capacidades funcionales.
Del mismo modo, se atiende a pacientes que requieran ayuda psicológica, personas con problemas de salud mental o que tengan complicaciones derivadas de la Covid como ictus, neuropatías, o afecciones cardiorrespiratorias, sensoriales y motrices, entre otras.
Para la recuperación de estas personas, el Centro Hospitalario Benito Menni cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por médicos rehabilitadores, médicos de familia, neuropsicólogos, psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales.
La Unidad de Rehabilitación post COVID del Centro Hospitalario Benito Menni fue la primera de España en especializarse en la recuperación de los pacientes y que no pueden hacer vida normal tras superar la enfermedad debido a las secuelas.
Por ella han pasado 124 pacientes. La intervención con los usuarios se aborda de distintas áreas con un equipo de profesionales que congrega a psicólogos, logopedas, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas o neuropsicólogos, entre otras especialidades.
Todos ellos, se encargan de abordar secuelas que van desde problemas para hablar, tragar o caminar hasta alteraciones de la visión, el equilibrio, la memoria o el razonamiento.