Hace más de doce años que la Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid (Acenva) comenzó a recoger datos sobre la presencia del gato montés en la provincia. Un estudio que nació ante la «escasa» documentación que había sobre esta especie en peligro de extinción y que se llevó a cabo con muchas horas de observación y técnicas de apoyo, como el trampeo, el radiomarcaje y radioseguimiento.
Y las conclusiones no son muy esperanzadoras. El gato montés está extinto o prácticamente extinto en zonas como Tierra de Campos y las campiñas al sur, oeste y suroeste de la provincia. En otras zonas es muy raro encontrarse con algún ejemplar y solo en pequeñas áreas parece estar bien representado. La población más estable se sitúa en la comarca del Cerrato, que concentra espacios que pertenecen a las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid. En el caso vallisoletano, se trata de los páramos y valles al norte del Duero y este del Pisuerga, donde se ubica los valles del Duero, Esgueva y Jaramiel, y otros menores, como Carrapiña, Cuco y San Vicente. Acenva también ha podido comprobar que existen poblaciones aisladas, «en muchos casos marginales y amenazadas gravemente» en las zonas de Montes Torozos, comarca de la Churrería, campos de Peñafiel y las riberas de los ríos al sur y sureste de la provincia.
Con este estudio Acenva ha podido comprobar la «precaria» situación del gato montés, pero se trata de una foto fija. Debido a la falta de documentación, no se puede determinar si la población ha caído en los últimos años o lleva décadas en esta situación. La que sí que tiene claro la asociación son los factores que hacen que el gato montés esté amenazado. Uno de los más importantes es la extensión, cada vez menor, y la calidad de sus hábitats. «Este factor limita considerablemente la expansión o la propia subsistencia de las poblaciones establecidas de la especie», dice el estudio. Otra de las causas importantes es la hibridación que se produce en zonas muy habitadas por humanos y donde hay muchos felinos comunes. La mezcla de esta especie con los gatos monteses provoca una degradación genética en estos últimos. Además, la presencia en el campo de gatos domésticos asilvestrados, así como las colonias en las zonas urbanas suponen un reservorio de «infinidad» de enfermedades que, por contagio, son letales para los gatos monteses. «Hasta hace relativamente pocos años se pensaba que el gato montés y el doméstico eran la misma especie, pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ya las han catalogado como dos especies diferentes», explica José Luis Ortega, uno de los autores del estudio, denominado proyecto Gato Bravo. Según él, en zonas de Escocia se ha dado por virtualmente extinto el gato montés ya que no existe ningún ejemplar puro, todos están hibridados. «Es cuestión de años que desaparezca del todo y solo haya gatos domésticos», añade. Hay otros factores que contribuyen a la precarización de la situación de esta especie. Su persecución y caza , por ejemplo. «El furtivismo, ejercido por parte del ciertos sectores del mundo cinegético, ya sea de forma directa, durante el transcurso de diferentes modalidades de caza; o indirecta, capturados en lazos y cajas trampas instaladas de forma ilegal, o autorizado por la Administración, resulta un factor muy relevante de mortalidad en la especie», dice el estudio. Tampoco se deben subestimar otras causas, como la eliminación de ejemplares que hacen incursiones en gallineros o instalaciones ganaderas y los atropellos.
Métodos utilizados. Para llevar a cabo este proyecto se utilizaron técnicas como el fototrampeo, es decir, la instalación de cámaras fotográficas (aunque se grabó vídeo) que se activan con un sensor de movimiento y que contienen un cebo oloroso. Aunque en principio se utilizó esencia de valeriana, valeriana molida, hierba de gato y amoniaco, los resultados no fueron buenos, así que se recurrió, con éxito, a la orina de felino. Acenva colocó 124 estaciones por la provincia con un tiempo de permanencia mínimo de tres semanas. De ellas, obtuvieron resultados en veinte, aunque también aparecieron en las imágenes otras especies, como lobos, zorros, ginetas, ardillas, corzos, liebres, nutrias, etcétera.
También se hicieron cinco campañas de trampeo. gracias a las cuales se capturaron tres gatos monteses, de los que se extrajeron muestras de sangre, heces y pelo, y seis ejemplares de otros carnívoros.
Otra de las técnicas que se utilizó es el radioseguimiento de esos tres gatos entre el 25 de febrero de 2010 y el 10 de diciembre de 2013, lo que sirvió para definir el territorio por el que se movieron estos ejemplares y sus patrones de actividad.
Este trabajo de investigación ha servido para estimar que en las zonas forestales de Valladolid hay una densidad de 1,32 ejemplares por kilómetro cuadrado y de 0,60 en hábitats conformados por mosaicos agroforestales con alta presencia de presas. Esta densidad de población corresponde a las áreas con condiciones favorables a la especie, no a toda la provincia. Los gatos monteses suelen habitar en zonas de masas forestales de quercineas y coníferas autóctonas que prosperan en las cuestas y páramos de la provincia, pobladas principalmente por encinas, quejigos y sabinas. También pueden encontrarse en bosques de ribera bien conservados y en bosques de piño piñonero y pino resinero.
Diez propuestas de Acenva para su conservación
Rigodón, uno de los ejemplares capturados para su estudio. - Foto: Román Escudero1. Seguimiento La asociación Acenva considera que la Administración debería hacer un seguimiento regular de la especie y del estado genético de sus poblaciones.
2. Mejorar hábitats El colectivo también apuesta por la catalogación, protección, conservación y mejora de todos los hábitats aptos para la supervivencia de esta especie.
3, Crear corredores Habilitación de corredores naturales que comuniquen las diferentes metapoblaciones para facilitar el intercambio genético y la colonización territorial.
Obtención de muestras de sangre de un gato montés. - Foto: Román Escudero4. Evitar atropellos Estudio de los puntos negros de las carreteras donde se concentran los atropello y acometer las obras necesarias para evitarlos.
5. Parar el furtuvismo Persecución activa del furtivismo, así como el endurecimiento y aplicación «real» de la legislación relativa a este tipo de delitos.
6. Cajas trampa Prohibición de las cajas trampa y lazos con fines cinegéticos, así como otro método de los denominados «selectivos», pues Acenva cree que son «incruentos».
Captura de un ejemplar durante las campañas de trampeo. - Foto: Román Escudero7. Ayudas Creación de una línea de ayudas para cubrir los «escasos» daños que los gatos monteses puedan causar a explotaciones ganaderas, generalmente de ámbito doméstico.
8. Control poblacional Control de poblaciones asilvestradas, «a ser posibles y preferentemente de forma incruenta, trasladándolos a centros especializados».
9. Monitorizar colonias Monitorización de las colonias establecidas de gatos domésticos en áreas rurales, fincas aisladas, etcétera, y tratamiento de los animales enfermos.
10. Divulgación Realización de campañas de divulgación de los valores biológicos propios de la especie, enfocadas al público general y al sector cinegético en particular.