Roberto Turrado anunció, en un emotivo vídeo, su retirado del balonmano de elite. Lo hace tras siete temporadas, todas las del club, en el Atlético Valladolid.
"Hoy es uno de los días más difíciles de mi vida. Un día que no esperas que llegue nunca, pero que ha llegado, inevitable para un deportista: tengo que anunciar mi retirada del balonmano profesional. La decisión, aunque dura, es sencilla. Diversos factores han propiciado que me tenga que bajar del tren y como consecuencia retirarme del deporte al que amo. Con la gran suerte de poder hacerlo en mi club y en mi ciudad, y con la convinción y el orgullo de haberme entregado al máximo a este deporte", señala el vallisoletano, que ha jugado de casi todo en Huerta del Rey y que en las últimas campañas ha sido uno de los especialistas defensivos.
"Aunque sea un momento personal muy triste, miro hacia atrás y sonrío y me siento un afortunado porque he podido cumplir mi sueño. El sueño de un niño que comenzó a jugar a este deporte gracias a Raúl, dando mis primeros pasos en el Aula Cultural y que llegó al Balonmano Valladolid con 14 años de la mano de Jota con el único objetivo de aprender, disfrutar y competir con los mejores, y así fue. Gracias a él y a la generación del 86 y 87 ese sueño fue sentando las bases", recuerda un Turrado que debutó en la Asobal con Pastor y que luego buscó "nuevos retos y experiencias personales", jugando en Melilla, Aranda y Nava. "Llegó mi segundo ciclo en el templo, en mi segunda casa, 14 años de mi vida en dos etapas. Mi regreso coincide con la creación de un nuevo club, en 2014, el Atlético Valladolid", continúa relatando Turrado, que ahí se acuerda de uno de los fundadores del club, Antonio Garnacho: "No lo dudé y aposté por ello. 7 temporadas, 7 años, mi número 7. Todo parece estar conectado, como dice mi mujer".
Turrado recuerda partidos como la Fase de Ascenso en Santander, el ascenso en Irún y a sus chicos y chicas del Parque Alameda. Aunque no se olvida de dar las gracias: a la directiva, al cuerpo técnico, preparadores, César Maldonado, al servicio médico, a los jugadores: "El gran éxito del Atlético Valladolid es la familia que se ha creado en el vestuario"; a la prensa y a la afición, "la mejor de España. Os pido que sigáis apoyando al club".
En este apartado se centra en "la parte más importante de mi vida, la familia. Gracias a mis padres y hermanos; y gracias a mi mujer, Lucía, mi compañera de vida y pilar fundamental, que me ha permitido formar una familia con Ariadna y Darío".
"Ahora comienza una nueva etapa fuera de las pistas, con mucha incertidumbre. Pero estoy seguro de que los valores que he adquirido con el deporte me van a servir para afrontar los nuevos retos laborales, y ojalá sea en el mundo de la educación con los niños. Hasta siempre, Vamos mi Pucela yo te llevo dentro de mi corazón", se despide el '7' del Atlético Valladolid.