La planta de Iveco en Valladolid se vio obligada este miércoles a parar la producción en sus tres turnos debido al masivo seguimiento de la huelga de 24 horas convocada por el comité de empresa por el bloqueo de las negociaciones del convenio. Los sindicatos convocantes, UGT, CCOO y CGT, organizaron piquetes informativos en los accesos de la factoría en la entrada de cada uno de los turnos, sin que se produjeran incidentes reseñables. Eso sí, ante la falta de personal, la empresa no pudo poner en marcha las cadenas de montaje y se perdió una producción de unas 146 furgonetas Daily y 150 cabinas de camión, según señalan fuentes sindicales, quienes añaden que los pocos que no secundaron los paros fueron los mandos intermedios de la fábrica y los trabajadores temporales de la plantilla, «por su precaria situación», que representan cerca de un diez por ciento de los más de 1.100 empleados de la planta.
El comité convocó estos paros la semana pasada después de que la plantilla rechazase en un referéndum la última propuesta de la empresa para el convenio colectivo. Posteriormente a esa votación, sindicatos y Dirección acudieron el Servicio de Relaciones Laborales de Castilla y León (Serla), donde tampoco hubo acercamiento. Así, Iveco se negó a hacer otra propuesta, al considerar que su ofrecimiento es definitivo y equilibrado, y que aporta certidumbre a la factoría para los próximos tres años dentro de un contexto muy complicado para el sector. Ante esta actitud, los sindicatos convocaron esta jornada de protesta, que amenazan con repetir en breve si la empresa no les convoca para seguir negociando.
Iveco ofrece un convenio de tres años (2021-2023) con una subida salarial para el primero del 1,5 por ciento que podría llegar al 2,5 por ciento si el IPC llegase a ese nivel. Para los otros dos años ofrece un uno por ciento de incremento que, con la misma fórmula anterior, podría llegar al 1,6 por ciento. Pero a los sindicatos les parece insuficiente. Fuentes de los trabajadores aseguran que la compañía pasa por un «momento dulce», pese a la crisis, que no se ve reflejado en la propuesta, después de muchos años de «sacrificio» por parte de la plantilla. Además, prevén que el IPC acabe este año por encima del tres por ciento, por lo que, de ser así, la oferta de la empresa les haría perder poder adquisitivo este año.
La labor de los piquetes se produjo con presencia policial y sin que se produjeran incidentes, más allá de unos petardos que los trabajadores hicieron explotar. Los sindicatos esperan una reacción inmediata por parte de la empresa. De no ser así, se reunirán este viernes para decidir cuáles serán las siguientes medidas de presión.