Una galleta para alimentar al mundo

Europa Press
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Enriquecida con el 50 por ciento de las vitaminas y minerales necesarios un día, pertenece a un proyecto sin ánimo de lucro contra la malnutrición

Los datos de la ONU hacen temblar: 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, es decir, el 8,9 por ciento de la población mundial, así que cualquier iniciativa encaminada a romper con esta lacra es una buena noticia.

En esta línea, la Fundación Grupo Siro presentó hace unos días la galleta nutricional, que ha sido enriquecida de modo que puede proveer la energía, nutrientes y al menos el 50 por ciento de vitaminas y minerales del aporte diario recomendado para una persona. Con ella pretende poder combatir la malnutrición de cualquier grupo poblacional mayor de tres años en cualquier territorio.

Con un coste de solo 30 céntimos, la finalidad de este producto, que no tiene ánimo de lucro, es que sea distribuido a través de redes de colaboración con instituciones que compartan el objetivo de luchar contra la malnutrición en cualquier lugar del mundo, ya sean ONGs, Fundaciones, empresas privadas, administraciones locales, etc., tanto a nivel global como a nivel local en distintos territorios.

«Acabar con la malnutrición en el mundo es un objetivo muy ambicioso que no podemos lograr solos. Hemos conseguido desarrollar este producto a un coste muy bajo, y este es el primer paso, pero necesitamos colaborar con otras instituciones, empresas y organizaciones que compartan nuestro propósito para que pueda llegar a aquellas poblaciones que más lo necesitan y estamos tejiendo ya esa red de colaboradores que está abierta a nuevos socios», explicó el presidente de la Fundación Grupo Siro, Juan Manuel González-Serna.

Para su desarrollo se han tenido en cuenta las recomendaciones del CODEX Alimentarius Global, así como los criterios del modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de Salud.

La principal diferencia de esta galleta con otros productos existentes es que por un bajo precio se consigue proveer de al menos el 50 por ciento de las vitaminas y minerales que necesita una persona al día, en concreto vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B12, C, D y E, y Ácido fólico, Calcio, Hierro, Magnesio y Yodo, y ser fuente de proteínas y alto contenido en fibra. Para su elaboración se han utilizado harinas integrales, aceite de girasol alto oleico, y cantidades reducidas de sal y azúcares por debajo del límite crítico estipulado por la OMS, obteniendo una calificación de Nutriscore A.

Su fabricación se está llevando a cabo en las fábricas de Cerealto Siro Foods de Toro, en Zamora (España) y de Mem Martins (Portugal). Y para la distribución, Fundación Grupo Siro está tejiendo una red de partners que compartan su objetivo de luchar contra la malnutrición en el mundo, de la que forman ya parte HM Hospitales, Fundación de Investigación HM Hospitales, Fundación MAPFRE, Food For The Poor, Cáritas Arquidiocesana de Guatemala, Digisalud y DHL Supply Chain, entre otros colaboradores y que está abierta a nuevos socios.

Juan Abarca Cidón, presidente de HM Hospitales, resaltó que, «desde que tuvimos conocimiento de la existencia de esta galleta nutricional nos hemos volcado con esta iniciativa porque compartimos los valores que impulsan a Fundación Grupo Siro a su desarrollo». Además, agrega, «como profesionales de la salud nos resulta inconcebible que en pleno siglo XXI sigan existiendo problemas de malnutrición en el mundo, y esta iniciativa, al aunar innovación, talento y trabajo en equipo, avanza decididamente en la solución de este problema endémico global».

Proyecto piloto

Para validar la eficacia del consumo de la galleta como suplemento a la alimentación para el manejo de la malnutrición y su impacto positivo en la salud, Fundación Grupo Siro pondrá en marcha un ensayo clínico en Guatemala, que está siendo liderado por Fundación de Investigación HM Hospitales, con un grupo de 200 niños de entre 3 y 6 años pertenecientes a la red de Cáritas Arquidiocesana de Guatemala.

La elección del país se debe a que en Guatemala el 49,8 por ciento de los niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica, es decir, afecta a uno de cada dos niños menores de cinco años. Es el primero  en América Latina y el cuarto del mundo en cuanto a desnutrición infantil.

Para conseguir el mejor impacto posible en la salud de estos niños, se ha adaptado la ración y la receta a las deficiencias concretas de este grupo poblacional y al territorio en el que habitan, en concreto se ha incrementado el aporte de vitaminas B12 y D y Ácido fólico, Calcio y Yodo. Así, el consumo de una ración (cuatro galletas) representaría al menos el 50 por ciento de la ingesta diaria recomendada de vitaminas y minerales, mientras que por otro lado se ha reducido la presencia de nutrientes que presentan niveles óptimos en toda la población, como vitamina A.