El 'violador del ascensor' no había dejado de visitar Valladolid en la época en que, supuestamente, residía en Segovia, hacía vida de pareja con una mujer y cuando aprovechó para volver a atacar a mujeres en Madrid, secuestrándolas y llevándolas hasta su piso de alquiler en la zona de Nueva Segovia. La investigación de la Policía descubrió que solía visitar la ciudad vallisoletana en 2017.
Así se desvela en la sentencia conocida este lunes, que le condena a una pena de 96 años de cárcel por once delitos (dos continuados de agresión sexual, a 19 años por cada uno; uno de agresión sexual, a 12; dos de detención ilegal, a 15 por cada uno; otros dos de intento de detención ilegal, a dos años y medio por cada uno; dos de lesiones, con sendas penas de dos años; y dos de robo con violencia, castigados con cuatro y tres años) y le impone un cumplimiento obligatorio de 25, pero usando los 96 para la aplicación de cualquier beneficio penitenciario. Una vez que la investigación policial por aquellos ataques se centraron en Pedro Luis Gallego Fernández, sus movimientos fueron registrados tanto a través de una baliza en su coche, como con barridos telefónicos de su móvil, que le situaron no solo viajando entre Segovia y Madrid los días de los cuatro asaltos, sino también acudiendo a Valladolid, tal como recoge la propia sentencia, que desvela que, igual que hacía con el coche (que estaba a nombre de su cuñado), el móvil lo tenía registrado a nombre de una sobrina, pero se descubrió que era el que utilizaba el sospechoso y que Gallego realizaba "su vida en Valladolid y Segovia" y que, "alguna vez", iba a Madrid, "pero los cuatro días de los hechos se aprecia un desplazamiento a Madrid".