El virólogo segoviano Juan Reguera Vidaechea, doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, afirma en esta entrevista que «hay que quitarse el miedo a la vacuna contra la covid-19 y tener esperanza en poder parar el virus y recuperar la normalidad». No obstante considera que existe un problema por los ‘antivacunas’ porque, a su juicio, provoca que, hasta que no se infecten y se inmunicen, «el virus se replicará más, creciendo las posibilidades de nuevas cepas»
¿Cómo está viendo la evolución de la pandemia, después de año y medio?, ¿el virus vino para quedarse?
La evolución estaba dentro de lo posible, se veía venir desde hace unos meses que el virus está para quedarse lo que ocurre es que será menos problemático, progresivamente. Hace tiempo que forman parte de nuestra vida cotidiana muchos coronavirus humanos que generan infecciones y problemas respiratorios aunque las afecciones no son muy potentes porque la población ya está inmunizada y, probablemente, es lo que termine pasando con el SARS-CoV-2 [covid-19], probablemente las personas se infectarán pero las repercusiones serán menos graves, en la mayoría.
¿De qué plazo podemos hablar para que llegue a ocurrir esto?
Tiene que llegar una especie de equilibrio, cada vez que ponemos una barrera el virus está mutando e intenta saltársela. Tenemos las vacunas pero luego salen nuevas cepas que se expanden a pesar de ellas, porque son más transmisibles, están mas adaptadas. En aquellas zonas donde ha habido menos control y ha infectado a más personas el virus se ha replicado más y ha tenido más oportunidades para mutar, es normal que los nuevos virus vengan de zonas donde la pandemia no se ha controlado bien. Tuvimos una cepa británica, luego otras de Sudáfrica, Brasil y ahora la que viene de India, la delta… Es esperable, cuanto más se replique el virus, más posibilidades hay de que mute y se adapte mejor, de alguna manera esto va a seguir pasando hasta que se estabilice y que al virus no le queda margen para mutar y adaptarse mejor.
¿Qué valoración hace de la vacunación llevada a cabo en España donde, por ejemplo, en Segovia ya se supera el 70% de personas al menos con una dosis y, esta semana, se ha llamado a adolescentes de 15 años?
Es positivo, lo ideal es que todo el mundo esté vacunado, incluso los menores de 12 años, para llegar a la inmunidad de grupo, principalmente, insisto, para evitar la generación de nuevas cepas que pueden surgir en individuos de cualquier edad, independientemente de que la enfermedad les sea más o menos grave. Debe estar vacunada la totalidad de la población, como estamos vacunados para otros virus. Desde luego que, si se ve que las vacunas son seguras para la franja de edad más temprana, sería lo óptimo, probablemente será una de las vacunas que se incorporen a todo el programa de vacunación que llevan los niños, esa es mi visión de futuro.
¿Por qué se producen contagios en personas ya vacunadas?, ¿la inmunización remite la afección de la enfermedad?
Se ve que las vacunas pierden efectividad con el tiempo, la memoria de la inmunidad va bajando de una manera progresiva, he llegado a leer que Pfizer puede perder como un cinco por ciento cada dos meses, por ejemplo. Hay dos parámetros, la protección y la memoria a largo plazo, lo ideal es llegar a una vacuna que presente un nivel de protección alto y duradero. Luego también intervienen las nuevas cepas que infectan a gente ya vacunada, porque no hay un cien por cien de protección, lo que genera una oportunidad al virus para adaptarse a ese sistema inmune ya preparado y puede encontrar cierto margen para infectar a pesar de la vacuna. Hay que controlar estos parámetros, por eso se está pensando en una tercera dosis, estamos en una carrera natural contra el virus.
Erradicarlo no lo veo como objetivo factible, hoy por hoy, pero sí que se convierta en un virus respiratorio común, sin más problema… La vacunación impide, en la mayoría de casos, que la infección llegue a fases más graves, estamos viendo que hay un inmenso crecimiento de casos pero la repercusión en las uci y en las plantas hospitalarias es muchísimo menor que la que teníamos hace un año, esa es la buena noticia.
¿Considera que debe de producirse un tercer pinchazo?, ¿sería bueno vacunar a niños menores de 12 años, como sostiene, o se debe dar prioridad a otros países con menos índice de vacunación, para evitar la expansión del virus?
Probablemente sea necesario el tercer pinchazo concentrándose en la población con más riesgo, a corto plazo, y a lo mejor hay que pensar en extenderlo, en función de los resultados de cómo evolucionan las personas más mayores o comprometidas que pueden padecer una infección más severa. Sería la misma estrategia que se ha seguido hasta ahora, aunque no podamos parar el virus, por lo menos, que se reduzcan los efectos mas graves.
El dilema está entre poner todo el esfuerzo en seguir vacunando a toda la población, para que esté bien protegida, o inmunizar a quien esté fuera en regiones que no tienen posibilidades de hacerlo por ellos mismos. Lo segundo evitaría muchas muertes pero también, de manera egoísta, impediría la expansión y que genere nuevas cepas que podrían volverse contra nosotros. Lo óptimo sería tener el potencial para hacer las dos cosas, ¿qué va lo primero?, eso lo tienen que ver los especialistas y hacer cálculos, con el fin de tomar las decisiones, pero va a haber que hacer las dos cosas..
¿Qué se ha aprendido de este virus?
Este virus se ha revelado muy impredecible y, aunque hay cuestiones que se pueden asegurar, otras no, todo puede cambiar rápidamente. Por ejemplo, al principio pensábamos que mutaba poco y, efectivamente, lo hace pero luego vemos que, cuando infecta a grandes poblaciones, puede generar nuevas cepas. Estamos aprendiendo de cómo son los márgenes de mutación, hemos visto en tiempo real cómo evoluciona una pandemia, lo que nos da mucha información para el futuro. No sabíamos si el virus SARS-CoV-2 generaba infecciones asintomáticas, ahora hemos vemos que sí, conocemos cuáles son los periodos de incubación y que hay excepciones, esto origina que el virus sea muy incontrolable en cuanto a la cantidad de infecciones que provoca, lo que quizá haya sido el problema más grande, y luego los hospitales han aprendido a tratar una enfermedad que es nueva y eso también ha sido muy positivo. En general hemos aprendido mucho en muy poco tiempo, seguro que se podría haber hecho mejor y, la próxima vez, sabremos hacer las cosas mejor.
Las vacunas basadas en el arn mensajero surgen porque ya se investigaba en este campo, destinado a combatir el cáncer, ¿para cuándo llegará un medicamento específico para este coronavirus?
Esta pandemia ha desbloqueado muchísimas soluciones terapéuticas que estaban en el tintero pero no había interés para invertir y desarrollarlas, en esta situación de urgencia ha habido un gasto extraordinario en el desarrollo de vacunas, como nunca se ha visto, permitiendo llevar a cabo muchas estrategias nuevas de vacunación, incluidas las que han funcionado. Pero hay que recordar que ha habido muchísimas más sin resultado positivo, al final las válidas se van a poder aplicar a otras patologías que no son infecciosas y también a próximas pandemias y a virus o bacterias que cuentan con antídotos pero podemos utilizar otros más modernos, seguros y controlados, es muy esperanzador para el futuro. La experiencia que tenemos con el virus del sida es que se tardó mucho en sacar medicamentos, también tuvo muchísima inversión pero pasaron diez años hasta que se pudiera contar con el primero y transcurrieron muchos años más en que vieran la luz un conjunto de medicamentos eficaces y con bajos efectos secundarios. Es difícil predecir, lo que sé, porque estoy involucrado en el tema, es que se está invirtiendo mucho dinero en este asunto y que hay muchas personas, entre las que estoy incluido, que se han incorporado para investigar en este aspecto.
Hay muchas moléculas que pueden funcionar en el laboratorio, pero se comprueba que no es tan fácil llevarlo al paciente, luego está el riesgo de que el virus se adapte a los medicamentos, como a las vacunas, hay que tener todo esto en cuenta. Las soluciones que se han encontrado para virus de arn son las terapias combinadas, varias moléculas activas para impedir que se pueda adaptar a todas al mismo tiempo. Hay que poner a trabajar ese conocimiento que ya tenemos sobre otros virus y terapias antivirales, cuantos más seamos y más recursos haya, antes llegarán.
¿Cree que debe exigirse el certificado covid para acceder a establecimientos públicos, como ocurre en algunas comunidades autónomas?
Ninguna vacuna garantiza al cien por cien que se vaya a evitar la transmisión, y mas teniendo en cuenta las nuevas cepas, por tanto tener ese tipo de certificado no garantiza que no vayas a estar infectado o que te puedas contagiar, lo que sí es una medida para reducir la posibilidad. El único aspecto negativo es que hay gente que no se quiere vacunar lo que genera un problema porque, como es un virus que cada vez se transmite más fácilmente, se tiene que vacunar un mayor número de personas para llegar a una inmunidad de grupo, entonces si hay muchos antivacunas la inmunidad colectiva no llegará hasta que estas personas se infecten, es un problema porque el virus se replica más y hay más posibilidades de nuevas cepas. En Francia ha habido mucho timorato que ahora se están vacunando porque se pide el pase sanitario para poder trabajar o acceder a sitios públicos, lo que ha generado mucha protesta pero también ha provocado que se vacunara más gente, batiéndose récords después de estas medidas. La lucha contra el virus concierne a todos y recomiendo que la gente se vacune cuando pueda, que las vacunas son seguras, no hay que temerlas más que a las que hay de toda la vida. Hay que quitarse el miedo a la vacuna y tener esperanza en poder parar el virus y recuperar la normalidad.
¿Es posible que, en otro momento, tengamos nuevas pandemias por otros virus, similares a la actual?
Si, hay varios factores que potencian esta posibilidad, está el cambio climático, que provoca una redistribución de especies de insectos que llevan enfermedades de este tipo, que vienen de los animales, también hay una sobreexplotación del planeta y una mayor comunicación entre países. Estamos viendo que existe una consecución de pandemias de virus más o menos graves, como con el Ébola, el Chikungunya o el Zika, y que se han venido desarrollando a lo largo de los últimos diez años, una detrás de otra, algunas las hemos parado, otras siguen ahí. Claro que en el futuro seguiremos teniendo este tipo de pandemias, la cuestión es si habrá una de este impacto, esperemos que no, pero es imposible predecir, la posibilidad existe.
Usted es el primer español distinguido con el premio de la Fundación Bettencourt Schueller. para estudiar sobre los virus que hacen más daño, lleva mas de 20 años investigando los virus, ¿se conoce realmente el origen del SARS-CoV-2?
No lo conocemos todavía, es un problema porque la fuente se queda en el aire cuando es importante saberlo, para pensar en el futuro y poder evitar estos fenómenos. Es verdad que hay mucha controversia porque hablan de que podría haber salido de un laboratorio por un accidente, no se puede demostrar, pero hay bastantes evidencias que apuntan en esa dirección, el caso es que todavía lo desconocemos, están todas las posibilidades abiertas. En la lista de virus a vigilar, que pueden saltar como el SARS, están los que se llaman flavivirus, como el Dengue y el Zika, luego el Chikungunya, y otros mas relacionados con la gripe como el Ébola, el del Lassa, la fiebre hemorrágica de Crimea y Congo, y muchos mas… Nos estamos preparando para tener vacunas y medicamentos, lo que pasa es que es muy necesario trabajar en una una investigación mantenida y financiada en el tiempo, que no se pare dentro de cinco años si no hay más problemas, es una investigación a largo plazo para tener las herramientas que luego nos permitan reaccionar en el momento del estallido, donde a penas hay margen, como hemos visto.
¿El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha planteado la necesidad de abrir el debate sobre la utilización de la mascarilla el próximo invierno, una vez que su uso en la pandemia de covid-19 ha permitido comprobar su eficacia en la lucha contra la gripe y otros virus respiratorios, ¿sería necesario?
Lo recomendaría a ciertas personas. Pero obligar en general lo veo desproporcionado. Se puede recomendar en hospitales, asilos, las personas inmunodeprimidas, cuando vas de viaje en el bus… Hay que considerar aspectos como la calidad de vida, la salud mental, la economía o la cultura de cada uno…. Eso también es muy importante. En Asia no era raro encontrarse a gente con mascarilla en aeropuertos antes de la pandemia, pero si algo hemos aprendido de esta pandemia es que no somos chinos.