La premisa de pronostica que el futuro será digital o no será y la que avanza que las empresas que no se digitalicen estarán muertas son dos de las hipótesis que han motivado al tejido productivo español a invertir en las últimas décadas cantidades sin precedentes para ponerse al día en un mercado competitivo y globalizado.

En este sentido, las Administraciones Públicas han multiplicado por ocho sus partidas económicas en digitalización en el período 2021-2022, hasta 8.817 millones de euros, con respecto a 2019-2020, cuando se situó en 994 millones, según confirmó recientemente la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.

Los fondos Next Generation UE contemplan para este año 2022 una partida de 3.000 millones de euros de ayudas no reembolsables para que las pequeñas y medianas empresas adquieran herramientas digitales que hagan avanzar más sus negocios. 

Por su parte, el llamado Kit Digital también dispone en España de un presupuesto de subvenciones de hasta 12.000 euros para empresas de 10 a 49 trabajadores, de hasta 6.000 euros para profesionales por cuenta propia y sociedades de tres a nueve asalariados y hasta 2.000 euros para autónomos y organizaciones de hasta dos operarios.

El problema de las pymes es que la actividad del día a día les absorbe y apenas tienen tiempo para ver cómo pueden mejorar sus estructuras con tecnologías digitales que mejoren su gestión. Sin embargo, se trata de un fenómeno imparable que está marcando ya la estrategia de futuro.

Las tecnologías fundamentadas en la Inteligencia Artificial (IA), Big Data, Blockchain, 5G& Cloud, Ciberseguridad, Internet de las cosas y Metaverso son las herramientas que acaparan miles de millones en todo el mundo en lo que constituye una carrera de fondo por liderar el nuevo mercado del siglo XXI, el que marca ya el presente. 

Las grandes empresas compiten por lo más eficiente posible pero, sobre todo, por ser los líderes de un mercado sin fronteras.

La Inteligencia Artificial al alza

Los expertos sostienen que la inteligencia artificial (IA) alcanzará los 1.400 millones de euros de inversión para 2025 y tendrá un crecimiento anual del 27%. En este sentido, subrayan que para el próximo ejercicio, el 70% de los trabajadores emplearán esta tecnología en tareas digitales.

En mayor o menor medida, esta herramienta asume el rol habilitador de las nuevas herramientas virtuales que se están implantando en todo tipo de mercados. 

La Inteligencia Artificial se presenta como la palanca más eficaz de generación de valor. El nuevo contexto laboral permitirá que se utilice desde cualquier lugar, para involucrar clientes o compañeros, e impulsar la productividad de la empresa.

El área donde se detecta el principal nicho de mercado de la IA estaría en la automatización de tareas repetitivas, acompañada por una mejora en la calidad del servicio, producto o proceso, según defienden los expertos especializados en innovación.

Big Data, en la vanguardia

Los datos como materia prima se han convertido en imprescindibles en el mundo actual, tanto en la empresa, como en la Administración Pública como en cualquier entorno de negocio y lo será cada vez más en cualquier actividad de vanguardia.

Cada día se generan en el mundo un total de 2,5 trillones de octetos (bytes) y ese número no deja de crecer. El 90% de los datos actuales se han creado en los dos últimos años, según los técnicos informáticos.

La conjunción de factores como el aumento del poder de cálculo de los ordenadores, el aprendizaje automático y el alza de la conectividad entre distintos dispositivos ha creado una herramienta con innumerables aplicaciones que ya es esencial en el nuevo escenario social, económico y político. La riqueza de los datos procede de la información que deriva de su análisis y que puede ser canalizada por las compañías para obtener una ventaja competitiva frente al resto de su sector. 

Blockchain, un avance de gran potencia

La tecnología blockchain se ha ligado generalmente al mundo de los criptoactivos, pero va mucho más allá su acepción con enormes oportunidades en el espectro de la inversión. La llamada cadena de bloques representa de cara al futuro más inmediato, hasta 2030, un mercado potencial de 40.000 millones de capitalización y un sin fin de recursos de cara a los nuevos negocios de la próxima década. 

Se trata de una tecnología que fundamentalmente está triunfando por su capacidad innovadora, ya que puede ofrecer formas únicas de reducir costes, eliminar ineficiencias y disminuir las actividades fraudulentas. Una herramienta que quizás pueda ser más conocida en la actualidad por su papel de apoyo en el mercado de bitcoin pero que, en realidad, ya se utiliza en múltiples sectores, como los servicios financieros, la sanidad, la gestión de la cadena de suministro o la seguridad alimentaria, entre otras muchas.

5G & Cloud, la evolución que marca internet

La nueva tecnología que se comercializa en el mercado mundial como 5G & Cloud es mucho más que lo que supone aumentar la velocidad, o la mera evolución de los sistemas 4G.    

De hecho, el entorno virtual cada vez alcanza más dispositivos que se intercomunican entre sí y está generando un desarrollo no conocido jamás, con posibilidades de negocio infinitas. Se trata de una red que posee el potencial de transformar el uso de internet tal como lo conocemos que, además, desarrolla su velocidad de descarga exponencialmente más rápido que sistemas operativos anteriores. Como ejemplo, es posible descargar un vídeo de dos horas en tan solo 3,6 segundos. 

Su principal valor es su velocidad de respuesta que es prácticamente inmediata, al reducir al mínimo la latencia. Esta cualidad convierte a la conectividad móvil de quinta generación en una fórmula única, capaz de revolucionar industrias completas.

La ciberseguridad está en fase de expansión

La ciberseguridad, el metaverso y el blockchain son las tres tendencias del futuro de las empresas por su capacidad de generación no solo de oportunidades, sino también de valor en el futuro y de las que los inversores en tecnología deben estar pendientes en el actual contexto económico. La ciberseguridad es una temática que se enmarca en la tendencia de la digitalización, y que con el uso de dispositivos se genera una cantidad de datos que es necesario proteger, además, de lograr un marco legal adecuado para proteger la propiedad. 

Los expertos señalan que el sector, formado por empresas medianas y emergentes, aún no es maduro y ofrece una oportunidad de inversión única al considerarla como la tercera economía mundial después de que a cierre de 2021, dos tercios de la población mundial dispusiera de un teléfono móvil, el 60% con acceso a internet y, más de la mitad, a redes sociales y precise de una navegación segura.

Un futuro de éxito para el internet de las cosas

La tecnología del internet de las cosas (IOT, Internet of Things) representa en la actualidad un futuro con un potencial ilimitado. Los avances en esta industrial se aceleran cada día gracias a los desarrollos de otras materias complementarais como el 5G, la inteligencia artificial integrada (IA) y la capacidad de desplegar, automatizar, orquestar y asegurar diversos casos de uso a hiperescala.
La magnitud de esta tecnología no consiste solo en habilitar miles de millones de dispositivos simultáneamente, sino en aprovechar los enormes volúmenes de datos procesables que pueden automatizar diversos procesos comerciales. En 2017, había más de 5.700 millones de cosas conectadas a internet, según Análisis IOT y, a cierre del año pasado, se registraban ya casi 11.600 millones de dispositivos digitales con una tendencia al alza. Las necesidades sociales, junto a los últimos avances tecnológicos, están marcando un futuro en esta materia sin límites.

El metaverso es más que realidad virtual

El metaverso ofrece a los fabricantes tecnológicos más especializados un potencial único, del que aún no se conoce la magnitud que puede alcanzar, pero que está muy próximo ya a superar las inversiones que se han llevado a cabo en otros sectores como, por ejemplo, los videojuegos.

Meta (Facebook) y Microsoft, dos de los gigantes con una apuesta decidida en esta materia, han comprado recientemente Activision Blizzard por 68.000 millones de dólares, o Roblox, una plataforma de videojuegos. Sin embargo, serán muchas más las que se puedan beneficiar de esta tendencia. Los expertos aseguran que no habrá ningún sector que se quede fuera y a los últimos les costará más caro. Por ejemplo, Nike ha comprado una empresa dedicada al desarrollo de NFT para vender zapatillas en el metaverso. BlackRock ya tiene también un papel clave en la construcción del metaverso, el diseño y la creación de mundos virtuales y esto es solo el principio.