El Real Valladolid sigue fuera del descenso. Quizá esa sea la mejor noticia tras el encuentro de este domingo en el José Zorrilla, en una final no aprovechada por los de Paulo Pezzolano. La cuarta derrota consecutiva del Pucela tiene muchas lecturas. La principal es que uno no acertó a pesar de las numerosas llegadas y ocasiones. Y el otro sí. El Sevilla lo hizo en la segunda parte, con goles de Rafa Mir, Papu Gómez y Corona, y deja a su rival 'tocado'. Pero hay más lecturas. El conjunto pucelano no mereció esa derrota. Fue mejor durante muchos tramos y tuvo oportunidades, pero no fue su día.
Ya lo de los colegiados es complicado de entender. Ellos solos, y eso que tienen la ayuda del VAR, se complican. Este domingo, Ortiz Arias fue el protagonista. Con sus decisiones de dejar jugar con muchos golpes y agarrones. Pero sobre todo con dos acciones. Ambas al borde del descanso. Una roja perdonada a Badé y un pitido final, con un disparo de Escudero en el aire, que acabó en gol. Complicado de entender.
Del partido, a destacar los cambios. A pesar de que en la previa el técnico del cuadro blanquivioleta aseguró que contaba con todos los jugadores, a excepción de los lesionados de larga duración, finalmente, ni El Yamiq, ni Joaquín ni Machis entraron en la convocatoria. El centro de la defensa quedó configurado por Javi Sánchez y David Torres -que se estrenó como titular con el uruguayo-, mientras que en el lateral derecho apostó por Lucas Rosa, en detrimento de Fresneda. Hongla ocupó un espacio más adelantado para reforzar el centro del campo, junto a Kike y Monchu; y con la intención de añadir más potencia, añadió a Kenedy, junto a Larin y Plata.
Y a pesar de esos cambios, el Pucela estuvo mejor, con más mordiente e intensidad. Así llegó la primera gran ocasión, antes del minuto 9, tras un buen eslalon de Kenedy, parado en falta. Monchu, en una situación idónea para su pierna derecha, mandó el cuero a la barrera. Fue un aviso de lo que pasaría en cada ataque. La respuesta del Sevilla llegó también a balón parado, con sendos cabezazos, uno de Rekik, que paró Masip; y otro de Rafa Mir, que salió fuera. Ese buen comienzo duró poco. El Sevilla, presionando arriba, empezó a recuperar fácil. Y el Pucela sin balón lo pasa mal.
Aunque el partido estaba para las jugada a balón parado. En una saque de esquina en el 21, la tuvo Kenedy, al coger un despeje, recortar y lanzar con la zurda mordido, pegando en un defensa cuando iba a puerta. En la siguiente, en el 22, fue Rafa Mir el que rondó el gol, llegando al segundo palo, incomodado por Kike Pérez, mandando fuera el cuero con todo a favor.
Aunque el Real Valladolid se había quitado el dominio y encontró un lanzamiento de Kike Pérez a portería, de nuevo avisó Rafa Mir, de cabeza, a centro de Montiel en el 28. El remate salió lamiendo el poste, en un susto para la parroquia local.
Había tensión. Y se notaba. En cada ataque rival. Como en una pérdida de Hongla, que acabó en falta de Escudero a Oliver Torres y doble intento de Rakitic, uno a la barrera y otro fuera. Pero el choque era de toma y daca. Y en el siguiente ataque, en el 38, tras un córner, David Torres remató alto entrando solo. Como después Kike Pérez, a centro de Lucas Rosa. Había llegadas. Sin acierto, pero las había.
Y si no que se lo digan a Escudero. El lateral rompió el fuera de juego entrando por el medio, se plantó ante Dimitrovic, pero éste le sacó el primer remate y el central Badé el segundo. Plata no aprovechó el siguiente rechazo y la envió arriba. Era el minuto 40. Y el Pucela había tenido la mejor ocasión. La más clara.
El Real Valladolid estaba acabando mejor. Pero Masip, en una contra tras una posible falta sobre Kike Pérez, tuvo que hacer la parada de cada partido en el 45, evitando el 0-1 a remate de Rafa Mir. No había habido dueño en la primera parte.
Y aún faltaba esa polémica arbitral. La primera con Cyle Larin ganando una acción a Badé. El defensa agarró al delantero, que cayó, pero éste se volvió a levantar (quizá fue un error). El colegio no pitó. Y la acción acabó con lanzamiento alto del canadiense. Todavía quedaba la traca final. La segunda, con un córner en el 49, lanzamiento de Monchu tapado por un defensa y chut enrabietado de Escudero, justo en el momento que Ortiz Arias pitaba el final. El cuero entró en la portería ante la incredulidad de todos. No valía. Las protestas, incluida una roja a uno de los miembros del equipo técnico del cuadro local, fue acompañado del enfado de una afición que se quejó de manera airada. Hubo de todo. Incluida la petición del colegiado de que la Policía le acompañase a vesturarios.
La reanudación, tensionada aún por el final de la primera parte, arrancó con susto del Papu Gómez, que sacó Hongla. Y casi con el 0-1 sin que no hubiese pasado muchas cosas. Doble centro al área, uno por cada banda. Y en el segundo, Montiel la puso con 'mimo' para que Rafa Mir llegase en ventaja rematando... con el pecho al fondo de las mallas.
El mazazo fue tremendo en el minuto 50. Pero la reacción no se hizo esperar. Con una ocasión clara en el 54, que Dimitrovic le sacó a Javi Sánchez tras un bonito recorte: y la siguiente, que de nuevo atajó el portero del Sevilla a chut de Kenedy. El Pucela se lanzó con todo y dejó muchos huecos atrás. Algo que casi aprovechó el Sevilla, en una contra del Papu Gomez y Gueye, que sacó Masip con el pie. Y en el córner, con un remate de Badé, que acabó en gol, anulado por el colegiado por saltar sobre Javi Sánchez. Justo pero parecía.
Era lógico. El Valladolid estaba empujando, llegando, generando y arriesgando. Y era normal dejar huecos. Pero se mantuvo fiel a su idea. Incluso tras los cambios. Monchu volvió a tener una buena, en el minuto 66, tras una dejada de Larin (que había intentando una chilena instantes antes), que mandó arriba. Seguía habiendo llegadas, centros, remates, pero sin gol.
Y cuando llegas y no aciertas... ya se sabe lo que pasa. El partido se paró con una lesión de Gueye. Y el Pucela lo notó. Iván Sánchez perdió en la banda un balón ante la presión de Lamela, recuperó mal el espacio y acabó rompiendo el fuera de juego del Papu Gómez, que recortó a Masip para hacer el 0-2... gracias al VAR. Era el minuto 78. El Pucela volvía a encajar en la recta final de un encuentro. Y este tanto mataba su duelo.
Aunque los de Pezzolano lo siguieron intentando. Como en un remate de Plata en un saque de esquina ensayado, que salió fuera por poco. U otro remate del ecuatoriano, que mandó arriba. O un lanzamiento al palo de Escudero en el 90. No era el día. Porque al final encajó el tercero, de Corona.
El Pucela tiene que pensar ya en el Cádiz. Sigue fuera del descenso y queda una jornada menos. Pero la lucha es a cara de perro.
Ficha técnica:
0- Real Valladolid: Masip; Lucas Rosa, Javi Sánchez, David Torres (Roque Mesa, m.80), Escudero; Kike Pérez (Iván Sánchez, m.59), Hongla, Monchu (Sergio León, m70); Plata, Larin (Tunde, m.80), Kenedy (Óscar Plano, m.59).
3- Sevilla F.C: Dmitrovic; Montiel (Tecatito, m.81), Badé, Rekik, Alex Telles (Acuña, m66); Gueye (Fernando, m.75), Rakitic (Gudelj, m.66); Lamela, Oliver Torres (Navas, m.81), Papu Gómez; Rafa Mir.
Goles: 0-1, m.50: Rafa Mir. 0-2, m.78: Papu Gómez. 0-3, m.93: Tecatito.
Árbitro: Ortiz Arias (Comité madrileño). Mostró cartulina amarilla a Kike Pérez (m.45), David Torres (m.47) y roja a uno de los miembros del cuerpo técnico del Real Valladolid y a Telles (m.63), del Sevilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigesimocuarta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio José Zorrilla ante 21.470 espectadores.