Cristina Campos, flamante y «feliz» finalista del Premio Planeta, se desliza en las alcobas de cuatro parejas en Historias de mujeres casadas para indagar en el deseo y en la infidelidad femenina.

¿Cómo ha sido el proceso de indagar por la intimidad femenina y de dónde surge ese interés? 
Surgió después de que varias amigas mías se separaran. Yo les pregunté el porqué y varias de ellas me dijeron que habían sido infieles, pero nunca lo contaban desde la euforia, hablaban más de culpa por haber roto el proyecto de vida con sus maridos. 
Yo me he desnudado psíquicamente en este libro, me he puesto en la piel de mi protagonista y he tratado de sentir en cada momento lo que sentiría ella, qué me pasaría a mí si un día se me cruzara un hombre tan interesante e inteligente como es mi marido (el cineasta Jaume Balagueró) y me enamorara de él... En verdad es una putada y nos puede pasar a todos después de 16 años casados. Los hombres interesantes no dejan de existir porque estés casada. Ser infiel es de valientes. Mis protagonistas son mujeres mayores de 40, blancas, europeas, privilegiadas y económicamente independientes. Tienen toda la libertad para irse, pero no lo hacen por esa herencia que tienen de sus padres. Sin embargo, nuestros hijos hablan ya del poliamor o de las relaciones abiertas.
Esta novela es un tanto generacional. Mi madre no la va a entender como yo ni su hija como usted.
Yo tengo ganas de que la lea mi hija de 22 años, que es una mujer liberada, inteligente y a la que también he preguntado si sería capaz de perdonar una infidelidad. Sin dudarlo, me dijo que sí. A los 20, para nosotras, hubiera sido un drama. La generación que sube yo creo que es mucho más sana que la nuestra.

No olvidemos que aún hay muchas mujeres de mi edad que siguen fingiendo"

¿Qué le dijo su marido cuando leyó el libro?
¿Hace falta esto? Él es un hombre muy inteligente que me dijo: 'Escribe lo que quieras, Cris'. Él también es creador y, al final, todo es ficción. A ver, que él descuartiza mujeres en sus películas... Los deseos ocultos de cada uno son ficción, pura ficción. Hacemos un buen equipo. Estoy profundamente enamora de él. 

¿Y su madre?
He borrado mucho y he vuelto a escribir porque pensaba 'uy, uy, uy, que esto lo va a leer todo el mundo, mi madre...'.Ella tiene 82 años y cuando le pregunté si le estaba gustando me decía, 'sí, sí, pero no sé que van a pensar mis amigas de la parroquia de María Reina'. Imagínate; ella, que se ha casado tres veces.

¿Las historias de Gabriela, Silvia, Cósima y Eugenia han pasado por el filtro literario, pero son reales?
Me inspiro en la vida de mujeres que conozco, pero llevo las historias hasta las últimas consecuencias. Las infidelidades sí que han sucedido. Por ejemplo la de Silvia con Zaira es la historia de una amiga que no siente nada por su marido, pero luego ve porno femenino cuando se acaricia. Es así. Otra amiga, su marido no se acostaba con ella y se enteró de que lo hacía con prostitutas de lujo... Eso sí, cualquier mujer se va a identificar con Gabriela porque le sucede lo mismo que a ella o tiene alguna amiga que le ha sido infiel a su marido. Y no olvidemos que aún hay muchas mujeres de mi edad que siguen fingiendo. 

A ellas les cuesta más separar el sentimiento del sexo"

¿Por qué aún es un tabú hablar de deseo en este contexto si sabemos que está ahí?
Me parece increíble. Ana Karenina y Madame Bovary tienen ya los años que tienen y han sido escritas por hombres... En la literatura española cuesta encontrar esta manera de desnudarse psíquicamente y hablar del deseo, sin embargo la francesa está llena de mujeres que no tienen ningún problema en hablar de esto desde la verdad. 

¿Por qué cree los hombres y las mujeres entienden la infidelidad de manera tan diferente?
Pienso que por la incapacidad de la mujer de separar el sexo del sentimiento. Está por ver si es algo generacional o intrínseco a nuestro género porque ellos sí que son capaces de hacerlo. Juego en la novela también con la prostitución. Los hombres pagan por una mujer, se acuestan con ella y vuelve a casa sin más. Yo creo que ellos son más capaces de separar amor y sexo. Ojalá las próximas generaciones sean más libres. 

Ser infiel es de valientes"

¿Qué conclusiones considera que podrán sacar los hombres que lean esta novela?
Los de mi generación, deberían leerla para entender la complejidad del deseo y el placer femenino. 

¿La maternidad es tan importante en este libro como en la vida de la mujer?
Sí, tener hijos es algo hermoso. Yo tengo tres y me ha encantado tenerlos, pero coarta la libertad. Hay momentos muy duros en la maternidad y este libro no podría entenderse sin ellos.