«El vallisoletano es cerrado pero, si se abre, es de corazón"

David Aso
-

Rolando Lázaro Alexander Fernández, más conocido como 'Jordan', es cubano y llegó a Valladolid hace 26 años para jugar en el BSR Valladolid, pero decidió echar raíces tras terminar aquella etapa

'Jordan' posa en una pista deportiva de La Rondilla. - Foto: Jonathan Tajes

Lugar de origen: Ciudad de la Habana, Cuba.

Años en Valladolid: 26.

Profesión: Operario de fábrica.

Comida y bebida favorita: Cocido y Ribera del Duero.

Rincón favorito: Las Moreras.

Rolando Lázaro Alexander Fernández (58 años), más conocido como 'Jordan', lleva casi media vida en Valladolid. Perdió una pierna en un accidente de moto en 1985 y se convirtió en jugador profesional de baloncesto en silla de ruedas, de ahí que viniera en 1998 al ser fichado por el CD Aspaym (hoy BSR Valladolid), donde brilló doce temporadas después de pasar dos en otro equipo en Galicia, su primera escala tras Cuba. 

Todavía jugó cuatro campañas en Palencia (2013-2017), pero sin dejar la que ya es su ciudad; o su provincia, que actualmente reside en Santovenia. Está en paro desde la pandemia (perdió 20 kilos tras pasar el coronavirus y le costó recuperarse), pero no para. «He sido atleta toda mi vida», relata; dentro y fuera del deporte. 

Natación y balonmano antes del accidente, después el basket, ahora de nuevo balonmano pero en silla de ruedas con el Inclusport… También hizo esgrima o kayak, entre otras disciplinas, además de practicar actualmente calistenia y «20 o 30 kilómetros de bici un día sí y un día no». Acaba de sacarse el carné de socorrista, también tiene el de entrenador de baloncesto, y en el trabajo más allá del deporte no va corto de historial: cinco años de ordenanza en la Casa de Beneficencia, otros cinco de operario de fábrica en Siro, empleado también en una imprenta... 

En estos años ha ido «cuatro o cinco veces» a Cuba, donde siguen su padre, hermanas y sobrinos: «Les echo de menos mogollón». Pero su vida está aquí: «Decidí quedarme por ser una ciudad tranquila en la que te puedes mover bien, no muy grande, muy apetecible para vivir… Para mí es de las mejores de España». Lo que más le gustó desde que llegó, «la comida»; lo que menos, algo imposible de remediar: «Que aquí no hay mar». Lo más cercano, Las Moreras, es precisamente su rincón favorito de Valladolid, aunque, puestos a hacerse una foto para ilustrar estas líneas, sugiere una cancha de La Rondilla, junto a las piscinas donde hace prácticas de socorrismo. No olvida que el deporte le abrió los brazos de la ciudad.

«Valladolid me recibió muy bien desde el principio, nunca tuve un problema y conocí a mucha gente», aprecia 'Jordan', pese a que notó el cambio cultural: «Hay cosas a las que me costó adaptarme, no es lo mismo hablar como hablamos los cubanos que como se habla aquí, castellano castellano», subraya. Dentro de España ya destaca «la diferencia entre vallisoletanos y los andaluces o los vascos, los madrileños…». «Luego es que los cubanos somos más abiertos, más dicharacheros, y los vallisoletanos mucho más cerrados, más reservados. Pero cuando se abren contigo, se abren de corazón», sentencia.