"Muy buenas expectativas ante la cosecha". Así se expresan las organizaciones agrarias en relación a la campaña de cereal de este año. Las precipitaciones registradas durante los últimos meses acompañadas de las elevadas temperaturas que se han registrando proporcionan al campo vallisoletano las condiciones propicias para el crecimiento de cebada y trigo.
Las lluvias están llegando de forma idónea para el crecimiento del cereal, ya que el agua está llegando de forma prolongada y espaciada en el tiempo con algunos días calor antes y después, lo que hace que el cereal pueda crecer y desarrollarse.
En la fotografía actual de la situación del campo vallisoletano, se puede observar a simple vista que el cereal cuanta ya con una gran altura y está creciendo semana a semana. Está tónica es general en toda la provincia, aunque sí es cierto que las abundantes lluvias del invierno dificultaron y retrasaron la siembra en algunas zonas y esto puede hacer que el cereal sufra algún retraso en el caso de que se registre alguna helada en los próximos días.
El coordinador de UCCL en Valladolid, Valentín García, indicó que las expectativas de este año son "muy buenas" debido las buenas condiciones meteorológicas, aunque consideró que todavía es prematuro considerar que será una buena cosecha. "El cereal está muy crecido y una helada en unos días podía suponer daños a la cosecha y todavía queda ver cómo hará en las próximas semanas".
De momento, las previsiones meteorológicas vuelven a ser propicias para el campo debido a que los próximos días Valladolid vivirá un aumento progresivo de las temperaturas hasta alcanzar los 28 grados este domingo, pero los días siguientes volverán las lluvias, lo que ayudaría mucho el desarrollo de las plantas.
El presidente de Asaja Valladolid, Juan Ramón Alonso, destacó que el desarrollo actual es "muy bueno", aunque igual que García consideró que aún falta "mucho tiempo" para que las cosechadoras empiecen su labor en la provincia. "Aún resta el mes de mayo".
Ambos responsables sindicales indicaron que tan importante como la cantidad que puedan cosechar los agricultores de la provincia es el precio al que puedan vender el trigo y la cebada. Ambos sobrepasan por poco los 200 euros por tonelada en las lonjas de la Comunidad, lo que representa una bajada cercana a los cien euros en comparación con las mismas fechas un año atrás. "El precio no lo controlamos nosotros, es algo que viene marcado por el mercado mundial y si cuando llegue el momento de cosechar baja aún más hará que algunas explotaciones no sean rentables", indicó García.