El dueño del bar 'Bao Bao' planta de nuevo al tribunal

D.V.
-

El hostelero se encuentra en busca y captura y sobre él pesan dos peticiones de condena que suman diez años de cárcel por tráfico de drogas

Audiencia Provincial de Valladolid (dcha) y Juzgados (izqda) - Foto: J.T.

El dueño del bar 'Bao Bao' de Valladolid, el hostelero Fernando R.A, ha vuelto a dejar plantada este viernes a la Audiencia Provincial en otro de los dos juicios por tráfico de drogas que tiene pendientes y por los que, globalmente, se enfrenta a condenas que suman diez años de cárcel.

Si el día 16 de febrero el encausado no compareció en la vista que se iba a celebrar contra él en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial por hechos registrados en octubre de 2022, cuando fue sorprendido dentro de su bar con casi 12 gramos de speed y cocaína preparados para su venta, en esta ocasión el hostelero lo ha vuelto a hacer con la Sección Cuarta de lo Penal, que tenía previsto juzgarle con motivo de su detención en enero de 2023 en el interior de otro bar mientras, presuntamente, traficaba con droga.

Se da la circunstancia de que el acusado, de 53 años y quien se encuentra en situación de busca y captura, ya fue condenado en su día a cinco años de prisión por idénticos hechos.

En la última causa cuyo juicio ha tenido también que ser suspendido este viernes el presunto traficante se enfrenta a una posible condena de cinco años de cárcel y al pago de una multa de 2.000 euros, tal y como consta en el escrito de calificación provisional del Ministerio Fiscal recogido por Europa Press.

La detención se produjo en un bar de la zona de San Miguel, concretamente en la calle Gardoqui, después de que los policías fueran requeridos por un ciudadano que les informó de que en un establecimiento de hostelería próximo había un varón, de pelo canoso y que vestía un abrigo negro y gafas, el cual presuntamente estaba vendiendo durante el transcurso de la noche una sustancia que podría ser speed.

Los funcionarios realizaron un dispositivo en un local de ocio de la zona, donde podría encontrarse este individuo, con la idea de poder detectarlo y comprobar si el mismo se encontraba en posesión de sustancias estupefacientes.

Los agentes localizaron en el interior del bar a un varón con las características aportadas por el ciudadano anteriormente y a sus pies había una bolsa de plástico que contenía en su interior una sustancia blanquecina, que una vez analizada resultó ser anfetamina con un peso de 16,38 gramos, y cuatro pastillas de MDMA con un peso de un gramo.

Posteriormente, los policías cachearon al arrestado, localizando entre sus pertenecías 1.225 euros, por lo que procedieron a su detención.

Detenido un año antes

El hostelero ya había sido arrestado por hechos similares en octubre de 2022, en concreto sobre las 07.50 horas del día 22 cuando la policía le sorprendió dentro de su establecimiento, sito en la calle Bao, esquina con la Plaza del Rosarillo, en posesión de varios envoltorios de plástico azul anudados con alambre de jardinería de color verde tanto en el almacén como en la chaqueta y en su ropa interior.

Los envoltorios contenían una sustancia pulverulenta de color blanco que resultó ser speed. También encontraron dos envoltorios de las mismas características pero la sustancia pulverulenta blanca que contenía, una vez sometida a la prueba del Drogo-test, resultó positiva en cocaína.

Además de la sustancia estupefaciente se encontraron unas tijeras, una bolsa de plástico a la que le habían hecho varios recortes circulares, cuatro alambres de jardinería verde y un rollo de bolsas de plástico de color azul. Así se le ocupó un total de 11,13 gramos de sustancias estupefacientes, 9,07 gramos de speed y 2,06 de gramos de cocaína y 230 euros fraccionados en billetes de 20, 10 y 5 euros.

El detenido se encontraba tras la barra. Los envoltorios, según se encontraron, estaban preparados para su venta directa a consumidores finales.

Además, se levantó un acta por posesión de sustancias a una clienta que tenía en su poder un envoltorio de las mismas características que las encontradas en el almacén del local.

Por estos hechos, pendientes igualmente de juicio, la Fiscalía de Valladolid le pide también una condena de cinco años de cárcel y multa de 594 euros. El fiscal del caso aplica al acusado la agravante de reincidencia, ya que cuenta en su haber con una sentencia condenatoria anterior de cinco años de cárcel que ya cumplió.