El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, intercedió el pasado mes de febrero por un inmigrante senegalés, Mohamed (nombre ficticio), que iba a ser deportado a su país después de haber sido detenido y trasladado al CIE de Aluche (Madrid). Mohamed llegó a Gran Canaria (España) en 2008 en una patera. Él conducía la embarcación porque era el único que sabía navegar. Por ser el ‘patrón’ de la misma, le condenaron a tres años y cuatro meses de cárcel, condena que cumplió en las prisiones de las Palmas y de Dueñas (Palencia).
«Solo por intentar mejorar mi vida, solo eso es un delito y por eso me mandan a la cárcel. Y el tiempo que estuve en la cárcel he sufrido muchísimo, y gracias al grupo que tenía dentro, con actividades de baile, canto, lucha libre, etcétera. Eso me ayudaba a olvidar la pesadilla de la cárcel, pero es un recuerdo que no voy a olvidar nunca».
Después de llevar dos años y medio en libertad viviendo en un pueblo vallisoletano, el pasado 17 de enero, Mohamed llegaba a la estación de autobuses cuando fue detenido por la Policía. Como no tenía la documentación en regla, le llevaron al CIE de Aluche (Madrid) donde estuvo interno 40 días. «Es lo peor que se puede vivir, me dolió más esos 40 días en el CIE que los tres años en la cárcel», asegura.
En todo caso, cuenta que durante esos días sintió de cerca la ayuda de las ONG y de la Iglesia que le ha apoyado «muchísimo». «Yo que soy musulmán, estoy muy agradecido a la casa de la Iglesia que me ha ayudado a mí y a mis compañeros. Además de las ONG y los amigos, la única ayuda que tenemos es la Iglesia», subraya.
El 13 de febrero, día en que estaba programado el viaje con destino a Senegal, Mohamed finalmente no embarcó gracias a la intercesión de la Delegación de Migraciones de la Conferencia Episcopal, de la Delegación de Migraciones de la Diócesis de Valladolid y del propio arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.
Blázquez envió una carta de clemencia al delegado del Gobierno de Castilla y León, en la que le pedía que reconsiderara la expulsión a Senegal de Mohamed, dadas las circunstancias que concurrían en el caso del joven de 34 años.