Un cazador furtivo de Canalejas de Peñafiel se enfrenta a cuatro multas de hasta 3.900 euros, por infringir la Ley de Caza de Castilla y León, al utilizar un cebadero para tratar de abatir a un jabalí y, además, hacerlo de noche y con un arma para la que no contaba con la licencia administrativa que exige la Junta. Le ha denunciado la Guardia Civil, después de que le sorprendiera in fraganti.
Ésta última infracción incluso podría llegar a considerarse muy grave, según explicaron fuentes del caso a este periódico, por lo que, mientras para las graves se prevén multas de entre 390 y los 3.900 euros, para las muy graves, la franja sancionadora llega hasta los 78.077 euros. De este modo, el presunto furtivo podría tener que hacer frente a un montante global de entre 1.560 y 89.777 euros.
23 días. Se trata de un caso que ha sido llevado por la patrulla del Seprona (Servicio de Protección a la Naturaleza) del puesto de la Guardia Civil de Peñafiel y para el que ha necesitado unas labores de vigilancia que se han prolongado durante 23 días hasta que han conseguido dar con el presunto furtivo.
Rifle intervenido por la Guardia Civil. - Foto: El Día de Valladolid Fue el 21 de marzo cuando la patrulla descubrió un cebadero para jabalíes con maíz, garbanzos y corteza de encina impregnada en gasoil (productos atrayentes).
Se iniciaron apostaderos para identificar al furtivo y las pesquisas dieron su fruto la noche del día 12, cuando se descubrió al cazador esperando al jabalí.
Camuflado. Ocultaba su coche, donde esperaba al animal, entre los matorrales del entorno y bajo una lona verde, con el fin de no ser detectado por la Guardia Civil.