Muchos miembros del Gobierno celebraron ayer, con más o menos euforia, los datos del paro. Agosto se cerró en España con 31 parados menos, una cifra casi insignificante, pero contextualizada por el Ejecutivo central al señalar que el desempleo no bajaba en España en agosto desde el año 2000. No obstante, Valladolid no se encuentra entre las cerca de 30 provincias donde esto sucedió así. Es más, es la octava donde más subió porcentualmente, junto a Guipúzcoa.

La provincia alcanzó los 50.606 desempleados después de sumar 382 el mes pasado. Es una consecuencia del final de algunos de los contratos de verano que hicieron que en mayo, junio y julio bajara el paro en Valladolid.

La subida mensual en Valladolid es del 0,76 por ciento, mientras que en España apenas han variado los 4.698.783 parados que hay, y en Castilla yLeón bajaron un 0,16 por ciento para quedarse en 227.987. No obstante, también hay que matizar que la provincia ha registrado el mejor mes de agosto desde que empezara la crisis, es decir, la menor subida del paro en términos absolutos desde el año 2007.

Y no se libra ningún sector. El de la agricultura registró 106 desempleados más, 50 la industria, 8 la construcción y 282 los servicios, que es el más ligado a la actividad estival, según los datos que hizo públicos ayer el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Donde más se nota el fin del verano es en los datos de la contratación. En agosto se firmaron 12.984, que son 4.733 menos que en julio. Un descenso del 26,71 por ciento. En lo que se refiere al tipo de contratos, los temporales siguen ganando peso frente a los indefinidos, que apenas representan un 7 por ciento del total.

La subida del paro también hace que aumente el gasto del Gobierno en prestaciones por desempleo. Actualmente cada mes el Ejecutivo tiene que desembolsar 24,2 millones para cubrir este gasto, a pesar de que casi la mitad de los parados de Valladolid (25.173 de 50.606) no cobran oficialmente nada a final de mes. En este sentido, la cuantía media de la prestación contributiva en Valladolid es de 803,9 euros (hace seis años era 1.047) y el plazo de reconocimiento de la misma es de 1,2 días. Capítulo aparte merece la afiliación a la Seguridad Social, cuya caída en Valladolid también fue superior a la media nacional. El número de afiliados descendió en 1.398 para quedarse en 190.834, un 0,73 por ciento menos. Se trata del descenso más brusco de la Comunidad.

Las interpretaciones a los datos de ayer fueron radicalmente distintas en función de los colores políticos. Por ejemplo, el consejero de Economía, Tomás Villanueva, reconoció a la Agencia Ical que la bajada de 360 parados en Castilla y León es «pequeña, pero significativa». Por su parte, el responsable de economía del PSOE de Castilla yLeón, Julio López, matizó este optimismo e hizo hincapié en el elevado «empleo coyuntural». Eso sí, también dijo que hay que felicitarse por el «buen dato» del descenso del paro.

En un tono más optimista que en los últimos meses se expresó en un comunicado la patronal Cecale. Para esta organización, estos datos «favorables» también responden al «ligero impulso de la actividad empresarial». UGT incidió en que se trata de un «dato positivo que no oculta la grave situación del desempleo» y dijo que es «inadmisible» que más de cien mil castellanos y leoneses no reciban ninguna prestación. Por último, CCOO opina que el descenso de agosto es «muy leve» y critica que la contratación es «totalmente temporal».

Los restros de la crisis

José Luis San Miguel (dos años en el paro): «Sólo he cotizado cinco días desde que dejé los estudios».

Jaime Muriel (músico): «Te dicen que hay que tener iniciativa, pero no te ofrecen ayudas de ningún tipo ,y encima los ayuntamientos no me pagan las actuaciones».

Daniel Pereira (camarero): «En la empresa que estaba no me hicieron contrato y encima la Administración me puso una multa de más de 3.000 euros».

Miguel Ángel Sánchez (cinco años en el paro): «Tengo una incapacidad permanente y ahora cobro 485 euros al mes. Tuve que volver a vivir con mis padres, me estoy volviendo loco».

Rosa María Ramírez (más de cinco año en el paro): «Tengo a tres hijos y un nieto en casa y he tenido que recurrir a Cáritas, a otra hija y a mi madre porque ya no tenía para comer».