Te ganarás el pan con el sudor de tu frente. Del libro bíblico del Génesis a los huertos urbanos vallisoletanos. Y es que la economía de autoconsumo está en boga. También por entretenimiento y por relaciones personales. Los huertos ecológicos son una amplia alternativa para el disfrute de la naturaleza, para el ahorro económico y, sobre todo, para saborear productos realmente naturales, sostenibles y ecológicos. Valladolid gana adeptos para estas huertas urbanitas que llevan directamente verduras y hortalizas, alguna fruta también, del terruño a la mesa. Se trata de una iniciativa, precisamente, que cumple en las próximas fechas diez campañas de producción con la puesta en marcha de los huertos ecológicos creados en la Escuela Técnica de Ingeniería Agrícola (INEA) de la Compañía de Jesús, en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid, y que han sido el embrión de otras iniciativas de índole público y privado en diferentes barrios tanto de la capital como de la provincia vallisoletana.Una propuesta, además, que está de enhorabuena porque en las próximas semanas se ampliará con doscientos de estos regadíos en otros cuatro barrios.
La agricultura urbana comenzó en 2005 en las fincas universitarias del Camino Viejo de Simancas con un número casi simbólico y dirigidos a personas mayores. En la actualidad ocupan un espacio de algo más de seis hectáreas, contabilizando también caminos, accesos o compostaje, y con una superficie cultivable en cada uno de los huertos de 105 metros cuadrados. En total, 435 huertos. Así, ante el éxito de la experiencia y el buen funcionamiento conseguido en esta primera década, el equipo de Gobierno ha decidido promover otros cuatro puntos para proyectar cincuenta en cada uno. Una iniciativa, no obstante, que se adapta a los tiempos y que saldrá a concurso con ligeras variaciones dado que las personas desempleadas de la capital tendrán prioridad para arrendar una de estas parcelas, según el acuerdo firmado con la Asociación de Parados en Movimiento.
Cuatro enclaves del norte y este del mapa urbano son los emplazamientos escogidos por los técnicos de Desarrollo Sostenible, tal y como ha confirmado a este periódico su concejal, Jesús Enríquez. En concreto, en un suelo situado entre La Rondilla y Barrio España, próximo a la desembocadura del río Esgueva y junto al IESDiego de Praves, en Soto de la Medinilla. En una parcela integrada en el nuevo barrio de Los Santos-Pilarica, por otro lado, se creará el segundo de estos huertos, en la margen derecha del ribera de Esgueva.
Huertos ecológicos ubicados en INEA. - Foto: El Día
En otra parcela ubicada entre Las Flores y Buenos Aires, dirigida también a los vecinos residentes en Las Delicias, es decir, para la población de la parte este de la ciudad, se creará otro medio centenar de huertos ecológicos que, junto a otros cincuenta que se crearán en el entorno delPlan Parcial Villa del Prado, suman en total doscientos nuevos huertos que el Consistorio sacará a concurso, de manera gratuita, para explotarlos en la inmediata campaña de primavera, verano y otoño ante lo que supone una cesión pública anual.
Por lo pronto, operarios de la Concejalía de Desarrollo Sostenible están procediendo ya a remover el terreno de las mencionadas cuatro parcelas, para adaptarlo a las nuevas necesidades de labranza, y también delimitarán los espacios de cada uno además de instalar las redes de riego individuales para cada uno de los regadíos.
Los ciudadanos podrán sacar partido a los huertos. - Foto: El Día
Pero junto a estas promociones municipales, destaca la acción de varias asociaciones de vecinos que han conseguido instaurar huertos en sus respectivos barrios. El pionero es ‘La huerta sin puerta’, que está situado entre La Victoria y Puente Jardín y nació hace casi dos años como huerto comunitario, educativo, ecológico y solidario. En Pajarillos está ‘El huertillo de Pajarillos’, un espacio colectivo, abierto y que nació con el propósito de fomentar la participación de sectores y personas de distintas edades, mientras que en La Rondilla se localiza ‘De vuelta a la huerta’, también de promoción social y con la intención de crear cultura ecológica e iniciar a posibles jóvenes agricultores para sembrar diferentes productos para consumo propio.