El grupo vallisoletano Lingotes Especiales avanza «poco a poco» en su aventura india, donde abrió una planta con un socio local a principios del pasado verano para abrirse camino en Asia. Para hacer lo propio en América ultima un contrato de suministro a un cliente de EEUU que dará la viabilidad necesaria a la planta que quiere abrir en Carolina del Sur en 2016. Pero el fabricante vallisoletano de piezas de hierro para automoción (y otros sectores en menor medida) continúa «muy volcado» sobre todo en su ciudad matriz, donde ya está ampliando instalaciones para duplicar su capacidad de producción de manera progresiva durante los dos próximos años.
La crisis también pasó factura al grupo que preside y cofundó Vicente GarridoCapa. Su actividad cayó a la mitad y en 2009 se quedó con apenas 370 empleados, pero acaba de superar los 600 tras firmar 34 contrataciones más en los dos últimos meses. Ahora cuenta con 476 en Lingotes Especiales (fundición) y 126 en su filial, Frenos y Conjuntos (mecanizado).En total suma 602, unos 150 más que hace un año, y si las previsiones no fallan demasiado, la cifra seguirá creciendo en 2016, 2017 y 2018, según augura el veterano empresario vallisoletano, que el pasado mes de febrero cumplió 83 años. «Hay gente que cerró con una caída de la producción del 15%, y nosotros al menos aquí seguimos», valora Garrido Capa en declaraciones a El Día de Valladolid. El grupo saldó los nueve primeros meses de 2015 con un beneficio bruto de 6,3 millones de euros, casi el doble que en el mismo periodo de 2014 (3,2 millones), y ya sólo vuelve a pensar en crecer, espoleado por el buen momento de su principal sector, el del automóvil, aunque también fabrica piezas para electrodomésticos y otras industrias.
Pedidos para 2018. «Las previsiones hay que hacerlas, no son profecías pero hay que trabajar sobre ellas», recalca. «Si luego te desvías y no se cumplen, estudias por qué, y si se mejoran pues también, para tenerlas en cuenta al año siguiente». Además, «desde que se fija el precio de una pieza hasta que se vende y se cobra igual pasan tres años».
De hecho, Lingotes cuenta con acuerdos de suministro a tres años vista. «Tenemos compromiso para entregar piezas en el 16, en el 17 y también en el 18. El 16 está un poco más bajo, pero a ver si se arregla un poco, y se está visitando a clientes a los que se les va a vender en el 17 y el 18, hay que mirar adelante», recalca. De ahí que tanto la nave de fundición como la de mecanizado y montaje de componentes de automoción (discos y tambores de freno, volantes o platos de embrague, principalmente) se encuentren ya en pleno proceso de ampliación de instalaciones y compra de maquinaria.
«Ahora hacemos unos tres millones de discos al año y queremos prácticamente duplicar, rondar los seis millones», apunta. El aumento de producción será progresivo, igual que el de la plantilla: «Una de las máquinas nuevas de mecanizado está pedida para que llegue aquí en marzo, y si en vez de seis máquinas al final tenemos doce, pues en vez de 60 operarios necesitarás 120, por ejemplo», simplifica. «Todo se hará poco a poco, de aquí a 2017», y a lo largo del próximo año podrían entrar otros «30, 40 o 50 trabajadores». Unas cifras que, evidentemente, son estimativas.
Entretanto, el proyecto ‘gemelo’ de India (al estilo del de Valladolid, con fundición y mecanizado, pero con menor capacidad de producción) va dando sus primeros pasos. «El arranque está costando, tienen una idiosincrasia distinta a la nuestra, trabajan más a su aire», reconoce. Allí todavía hay pocos empleados, «unos 40 o 45», y cree que «lo normal» será ir elevando plantilla hasta«ciento y pico», conforme se asuma más actividad. En fundición, por ejemplo, «la idea es llegar a unas 24.000 toneladas por año», menos de la mitad que ahora enValladolid (unas 58.000), donde aspira a volver a rozar las 100.000 del récord histórico de 2003.
En cuanto a Estados Unidos, el objetivo es abrir una planta sólo de mecanizado, sin fundición. Las conversaciones ya están avanzadas con la gobernadora de Carolina del Sur; falta cerrar el acuerdo con un cliente de allí (en la cartera norteamericana del grupo en Valladolid destacanFord yGeneral Motors), y después levantar las instalaciones «puede ser cuestión de tres o cuatro meses». «Entre unas cosas y otras igual te vas a los seis en las obras», matiza, así que sumando todo, siendo precavido,Garrido Capa calcula que quizá el proyecto esté operativo «en un año». También en este caso son previsiones, no profecías, pero lo cierto es que Lingotes crece con el viento del sector a favor.