Las ONGs ven suficientes los planes actuales dirigidos a alimentar a niños sin recursos

SPC
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Advierten que abrir comedores en verano como ha anunciado ya algún Ayuntamiento es contraproducente porque puede estigmatizar al menor

El anuncio por parte del Ayuntamiento de Valladolid de la apertura de dos comedores escolares durante los meses de verano ha generado debate entre quienes aplauden la medida y los que, lejos de criticarla, la consideran innecesaria al entender que los actuales programas son suficientes para atender las necesidades de alimentación de los niños de familias sin recursos.
De este debate, con ciertos tintes políticos, escapan las ONGs que se limitan a actuar y mitigar en la medida de lo posible esas carencias que la crisis económica ha provocado en numerosas familias de la Comunidad. Cruz Roja y Caritas son dos de las organizaciones que viven en contacto con los más necesitados y creen que los planes actuales son suficientes para atender a las familias sin recursos.
En este sentido, desde Cruz Roja, su presidente José Varela considera que la Red de Protección a las Familias es válida para cubrir sus necesidades. «La Red de Protección a las Familias, el plan Conciliamos, la Red Centinela... todos esos planes suplen las carencias alimentarias de las familias con menos recursos sin la necesidad de abrir comedores escolares en verano», reflexionaba el máximo responsable de Cruz Roja en Castilla y León. «Nosotros formamos parte de estos programas y creemos que son suficientes. Lo pensábamos el año pasado y también este, con el mayor respeto a lo que pueda pensar el Ayuntamiento que esté planificando la apertura de los comedores, la oposición o quien sea», incidía.
Pero eso no es todo. La apertura de estos locales puede tener un efecto contrario, según explicaba José Varela. «No queremos denigrar a las familias en general y a los niños en particular», enfatizaba el presidente de Cruz Roja en la Comunidad que ahondaba en su reflexión diciendo que «si se abre el comedor para niños de 3 a 12 años, qué pasa con los que escapan de esos grupos de edad, ¿no se les da de comer?». Varela insistía en que «los recursos actuales son suficientes para ayudar a las familias más desfavorecidas. Si somos un poco ágiles, el niño puede comer con la familia en sus casas, sin necesidad de separarles de ellos».
Un argumento que comparte Antonio Jesús Martín de Lera, presidente de Cáritas Castilla y León. «La apertura de los comedores no contribuye a mejorar la situación de los niños que lo están pasando mal, sino que les estigmatizamos más», puntualiza para añadir que «hay que tender a normalizar la situaciones». «Si un niño lo está pasando mal, es porque la familia tiene problemas, así que, lo mejor es ayudar a las familias y que se alimente no sólo el niño», continúa.
Además hay otras alternativas para no discriminar a los niños más necesitados «a través de becas para que puedan participar en campamentos, etc», reconocía Martín de Lera.
En este sentido, los datos que la Junta ofrece del 012 indican que ha habido una drástica disminución en el número de familias demandantes de alimentos, ya que en el último año se ha producido un descenso del 68 por ciento al pasar de las 114 llamadas a las 36 contabilizadas en mayo de este año.