Técnicos de la Junta de Castilla y León y del Grupo Terratest estuvieron ayer en Cabezón de Pisuerga para comprobar los daños que sufre el puente medieval e intentar aportar una solución al deterioro que sufre el viaducto. Tras una primera inspección sobre el terreno, los técnicos manifestaron que una posible solución sería la construcción de dos paredes de micropilotes a ambos lados del muro de contención que sostiene la calzada en la margen izquierda del río justo antes del puente.
El alcalde en funciones de Cabezón, Víctor Manuel Coloma, indicó que estos muros liberarían «de toda presión» al muro y evitaría que continuara el desplazamiento de la acera y la aparición de nuevas grietas en la estructura. «Esa podría ser una solución definitiva según nos han dicho los técnicos», indicó el regidor.
Y es que este muro del puente se está desplazando de forma continuada y están apareciendo grietas desde el último año que han provocado que desde el Ayuntamiento y la Junta se adoptara el corte del tráfico rodado desde hoy mismo debido al peligro de derrumbe. «Lo que pasa es que debajo d la ladera no hay nada, parece que está hueco y eso es lo que hace que se desplace la acera», sostuvo el regidor.
De esta forma, con la construcción de las dos paredes de micropilotes se liberará de «toda presión» al muro y evitará posibles desplazamientos. «Tal vez esos pilotes tengan que bajar en el suelo 25 metros para buscar el firme y estarán ubicados a ambos lados del muro».
Esta obra se hará «con carácter de urgencia» y por ello la empresa que se encargará de la obra podría tener el proyecto de la obra en un plazo entre 10 y 15 días y, posteriormente, la duración de los trabajos se prolongará «al menos» dos meses. Eso querría decir que el tránsito de los coches por el puente podría estar cortado durante mucho tiempo.
El alcalde apuntó que ayer no se registraron mayores problemas una vez que se cortó el tráfico en torno al mediodía. «La gente lo tenía asumido y era un corte que todo el mundo estaba esperando. Nuestra opción es la VA-30 y los vecinos de Cabezón sabían que eso era lo que podía pasar», concluyó el regidor.