Más de cien personas piden que se mantengan los trenes de media distancia

Ical
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UGT y el PSOE exigen a la Junta la firma de convenios para conservar estos servicios que, según ellos, prevé suprimir el Gobierno

Protesta llevada a cabo en la Estación de Campo Grande-Valladolid. - Foto: Ical

La Unión General de Trabajadores (UGT) y el PSOE pidieron ayer a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que negocie convenios con Renfe para mantener los servicios de media distancia que, según ellos, prevé suprimir el Gobierno central en su plan de ajuste, tal y como ya ha suscrito el Ejecutivo de Aragón. «Merecemos el mismo trato», aseveró el responsable del sector ferroviario de UGT Castilla y León, Felipe de Diego, quien recalcó que esta política de recorte situaría a la Comunidad como la autonomía más afectada.


Por este motivo, más de un centenar de personas, entre delegados sindicales, representantes de la formación socialista, así como de municipios perjudicados por esta supresión, se manifestaron en el entorno de la Estación Campo Grande de Valladolid para denunciar la «ruina» en que queda la región sin trenes, con la sustitución de servicios convencionales por otros de altas prestaciones que encarecen los billetes para los usuarios y con líneas vacías que beneficiarán al sector privado, según afirmaron desde el sindicato. ‘Si se privatiza el ferrocarril, todos perdemos el tren’, ‘Que no nos quiten el tren’ o ‘Marianete si no sabes torear pa’ que te metes’ fueron algunos de los mensajes que los protestantes lanzaron desde sus pancartas, en una manifestación que les llevó hasta la plaza de Colón para volver a la estación de ferrocarril.


De Diego acusó al Ejecutivo central de eliminar servicios y mantener las líneas con el objetivo de «favorecer a los trenes de sus amigos, como Acciona, FCC y Florentino Pérez». A su juicio, el consejero de Fomento, Antonio Silván, debe firmar acuerdos porque «son líneas viables». «No pueden decir que no pueden mantener la media distancia y sí los trenes Alvia. El balón está ahora en el tejado de la Junta», sostuvo de Diego.


Según el informe del departamento de Ana Pastor, el Ministerio de Fomento estudia reducir un 30 por ciento los trenes de media distancia que circulan en Castilla y León, lo que rebajaría en un 18 por ciento las posibilidades de viaje dentro de la Comunidad. Esta media pretende racionalizar 16 relaciones ferroviarias, suprimiendo diez circulaciones y reduciendo el resto. Seis conexiones se cubrirían con trenes de larga distancia y altas prestaciones, con lo que las alternativas para los viajeros se limitarán a la alta velocidad o a los Avant.


El responsable de UGT alerta de que «ningún usuario podrá acudir a su centro de trabajo o de estudio en tren», como sucede, por ejemplo, con aquellos que se trasladan a diario desde Medina del Campo a Valladolid, «y deberán utilizar el coche por carretera, que es menos eficaz». De momento, el 2 de junio se suprimirán, según anunció, al menos 60 circulaciones en Castilla y León. Principal incidencia tendrá en el servicio ferroviario convencional Segovia y Madrid, de media distancia, que desaparecerá y se llevará consigo el desuso de seis estaciones de pequeños pueblos.


La eliminación progresiva de estos 90 trenes semanales se inició ayer, según denunció el senador socialista por Segovia y exalcalde de La Granja, Félix Montes, quien añadió que el PP ha generado «un nuevo agravio» en la provincia contra el medio rural, «con nocturnidad y alevosía», en contra de un medio «que cohesiona la Comunidad» y facilita la movilidad de los habitantes de los pueblos. En este sentido, demandó a la Diputación Provincial que inste al Gobierno a no abandonar este servicio, dado que a partir de ahora los que deseen hacer el trayecto convencional Segovia-Madrid estarán obligados a cambiar de tren en la localidad de Cercedilla. UGT denunció que los perjuicios afectarán al corredor Madrid-Ávila-Valladolid, así como al de Soria, donde se eliminará la relación a Arcos de Jalón y Sigüenza (Guadalajara).