El futuro de la operación ferroviaria depende, en gran parte, del resultado de la reunión que se celebrará esta tarde del Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. En esta convocatoria, que en realidad es la segunda parte de la que se celebró el martes de la semana pasada, se debería cerrar algún acuerdo entre los representantes del Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento para desbloquear el estado de asfixia económica en el que se encuentra y poder refinanciar el crédito de 400 millones que se pidió para ejecutar el proyecto del soterramiento.
La situación es crítica. Nadie lo oculta, pero nadie quiere ser el responsable de la liquidación de esta sociedad y, por tanto, ser quien entierre un proyecto que se entiende vital para la ciudad.
Tanto es así que el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, viajará esta mañana a primera hora a Madrid para reunirse con representantes del ministerio, Renfe y Adif para tratar de cerrar a contrarreloj algún acuerdo de mínimos que evite la amenaza de la liquidación de la sociedad.
Informe cel Interventor. En su carpeta llevará, posiblemente, el informe que se solicitó la semana pasada al Interventor municipal y que rechaza la posibilidad de que el Ayuntamiento asuma el pago del 25% de la primera letra del crédito de 400 millones. El Interventor, como ya se ha advertido en otras ocasiones, considera que el Ayuntamiento entraría en déficit y también incumpliría la regla de gasto. Una situación a la que se añade que los informes económicos que solicitó el Consistorio a Hacienda también son negativos, como señala el alcalde, que apunta que eso implicaría «recortes» en las inversiones municipales.
En el documento también se señala que si se asume ahora esta cantidad, como propuso el pasado jueves el grupo Fomento, que depositó en cuenta los 62,5 millones de euros que entiende le corresponden de esta primera letra del crédito de la sociedad ferroviaria, se asumiría el mismo porcentaje de la deuda total, algo que se considera «inviable» y que como se ha comentado alguna vez obligaría casi a «cerrar las puertas del Ayuntamiento». Aunque el equipo de Gobierno asegura que se siguen estudiando alternativas para salvar esta situación, aunque mantienen la petición de que Renfe y Adif paguen una deuda con la sociedad que el equipo de Gobierno estima es de 311 millones y que permitiría pagar antes del 31 de marzo los 125 millones que reclaman los bancos.
Y por si el escenario fuera poco complejo también está bloqueado el traslado de los talleres de Renfe de sus instalaciones del paseo de Farnesio a las nuevas del Páramo de San Isidro lo que, según los sindicatos, puede hacer perder la carga de trabajo y poner en peligro los puestos de trabajo actuales, por lo que han anunciado que si hoy no se concreta fecha para el traslado «subirán el tono» de sus manifestaciones.
Talleres de Renfe. Por otro lado, el Ayuntamiento aprobará hoy mismo la licencia de actividad necesaria para que los nuevos talleres comiencen a operar, pero sigue reclamando a Renfe que abone los más de 110 millones de sobrecoste de unas instalaciones valoradas inicialmente en 50 millones y por las que finalmente la sociedad pagó más de 160, mientras que el suelo por el que Renfe los permutará está valorado en 50 millones.
Precisamente, Óscar Puente conversó ayer durante unos minutos de este tema con la ministra de Fomento, Ana Pastor, durante un desayuno informativo en Madrid, pero no encontraron vías de entendimiento. «Saben que tienen la posesión de los talleres cuando quieran, pero no se los pueden llevar a cambio de este suelo sin ninguna compensación», explicó.
También reprochó a Pastor que su departamento acuse al Ayuntamiento de retrasar el traslado, cuando desde el equipo de Gobierno «se les advirtió que el estudio de ruido que solicitaron dilataría el trámite ambiental y no es algo que se suela pedir».
El alcalde no ocultó que es «pesimista» sobre el resultado de la reunión de esta tarde, y no descartó que se vuelva a plantear la posibilidad de la liquidación de la sociedad, algo que recordó ya se hizo la semana pasada. Eso sí, advirtió que esta situación sería «muy negativa» para Renfe, que podría perder los nuevos talleres.
En este sentido, comentó que el presidente de la operadora le llamó este martes para «pedir tiempo para arreglar esta situación», aunque el regidor le respondió que ese tiempo «se debe pagar» y le propuso que «adelanten ese dinero a cuenta del suelo, que luego se puede vender».
Puente considera que «no es lógico, ni justo que no quieran asumir estas deudas» y rechaza el argumento de Renfe de acogerse a lo firmado en el convenio de 2002 porque recuerda «que allí también se decía que había que hacer el soterramiento y en eso no se ha gastado ni un euro». Y mostró su tranquilidad porque «los sindicatos saben que estamos haciendo todo lo posible por salvar los talleres».