La construcción del complejo ferroviario se prolongará hasta el próximo verano. El ajuste de los plazos de acuerdo a las exigencias de la propia obra, por el retardo en el proceso de contratación e instalación de la maquinaria, ha obligado a marcar otra fecha para el inicio de la mudanza de los actuales talleres de Campo Grande a los nuevos de San Isidro. El director general de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, Cayetano Roca Giner, confirmó ayer este extremo a El Día de Valladolid achacándolo a la complejidad para coordinar la colocación de una determinada máquina con la correspondiente obra civil necesaria. Precisamente, añade, la suma de las numerosas empresas implicadas en estas obras hace que su interrelación en estos momentos sea «precisa y fundamental» para rematar bien los trabajos. Esta cuestión es, en definitiva, la que a juicio del responsable de la sociedad ha derivado en el citado retraso. Sin embargo, este periódico ha podido confirmar que este aplazamiento también ha sido agravado en los últimos tiempos como consecuencia de la interrupción judicial de uno de los contratos o el concurso desierto, por otro lado, de la contratación del almacén robotizado. Con todo,Roca Giner precisa que «la obra supera el 85 por ciento de su ejecución».
El director general reconoce un retraso, «un problema de encaje de contratos, obras y proveedores» y desde este órgano público confían en que en verano de 2013 puedan estrenarse las nuevas dependencias. No obstante, Cayetano Roca insiste en que podría aplazarse aún más por imprevistos o ajustes de cualquier tipo (administrativos, civiles o técnicos), «para optimizar al máximo el trabajo que se está realizando dado que se trata de un suministro de máquinas cuyo conjunta supone más de 45 millones de euros». Así, concluye:«En obras tan grandes como esta siempre es imposible dar plazos concretos».
Pese a todo, el calendario marcado desde el inicio del complejo era una finalización para diciembre de 2012, una fecha que empezó a cuestionarse desde hace varios meses cuando los sindicatos mayoritarios advirtieron de este retraso en la contratación de la maquinaria, una circunstancia reconocida meridianamente por algunos miembros de la sociedad pública, pero hecha oficial ahora, a dos meses de terminar el año. Cabe remarcar, además, que el retraso de los plazos no repercutirá en la carga de trabajo, por lo que los operarios de Renfe seguirán desarrollando su labor con «absoluta» normalidad en los actuales talleres.
VARIANTES DE MERCANCÍAS
La conexión de la variante de mercancías con el nuevo complejo ferroviario, es decir, el ramal norte del by-pass, es otro de los asuntos pendientes. Cayetano Roca Giner, precisamente, disipó ayer cualquier duda al respecto y aseguró que sí habrá dinero para esta obra que empezará en las próximas semanas. Pese a no existir consignación al respecto en los Presupuestos Generales del Estado, dado que es una obra del Ministerio de Fomento, el director explicó que el dinero lo adelantará la propia Sociedad del TAVa través del crédito firmado con un sindicato bancario. Esta obra de construcción del ramal, de 7,5 kilómetros de longitud, cuenta con un plazo de ejecución de ocho meses, y consiste básicamente en el suministro e instalación de los raíles sobre las plataformas ya construidas, así como los sistemas técnicos de seguridad y morbilidad para el correcto funcionamiento de la vía de mercancías.