Integrantes de la Fiscalía de Medio Ambiente, adscrita a la Fiscalía General del Estado, se desplazaron ayer a Valladolid para coordinar la toma de muestras en el edificio del cambio de agujas de Renfe, situado entre la Estación del Norte y el Arco de Ladrillo, con el fin de comprobar si el inmueble presenta restos de amianto, material altamente cancerígeno.
La investigación se enmarca en el proceso que se sigue en el Juzgado de Instrucción 2 a raíz de la denuncia recientemente presentada por la Fiscalía de Valladolid al objeto de determinar la titularidad de las referidas instalaciones, supuestamente propiedad de Renfe, e iniciar acciones contra la propietaria debido a que sus cubiertas y paramentos verticales, en apariencia construidos con uralita, se encuentran semiderruidos y presentan un serio riesgo para la salud de los vecinos.
A tal efecto, una agente de la Guardia Civil adscrita a la Fiscalía de Medio Ambiente viajó ayer a la capital para, acompañada de miembros del Seprona de la Comandancia vallisoletana, inspeccionar el edificio de cambio de agujas y determinar los lugares idóneos para la toma de muestras o realización de catas. Cumplimentado este trámite, la recogida de restos del suelo y cerramientos se efectuará en próximos días.
En el caso de este edificio, su actual situación llegó a conocimiento de la Fiscalía en julio de 2012 a través de una denuncia anónima en la que se advertía de que los paramentos verticales y cubiertas semiderruidos de la infraestructura de Renfe pudieran contener amianto. Días antes, la Asociación de Víctimas y Afectados de Amianto (Avidalid) ya había denunciado una situación similar en la antigua ‘Uralita’.
Así, el juez instructor, además del inmueble de Renfe, también investiga a la promotora Reyal Urbis S.A, actual propietaria de la antigua fábrica ‘Euronit, Fachadas y Cubiertas’, anteriormente ‘Uralita S.A’, por un delito contra el medio ambiente relacionado con el abandono actual que presentan sus instalaciones, situadas en la Avenida de Madrid, y el grave riesgo que ello entraña para la salud de los vecinos de la zona debido a la acumulación en ellas de amianto.
En el caso de la factoría de ‘Uralita’, cuyo origen se remonta al año 1966 y concluyó en 2009 tras ser adquirida por ‘Euronit’, para pasar actualmente sus terrenos a propiedad de la promotora ‘Reyal Urbis S.A’, antes inmobiliaria Urbis S.A, con domicilio social en Madrid y delegación en Valladolid, tuvo como principal actividad a lo largo de 40 años la producción de fibrocemento, proceso en el que se utilizaba Crocidolita o amianto azul y Crisotilo o amianto blanco, con una media de cincuenta toneladas al año.