Un tren de Renfe procedente de Gijón y Oviedo llegó ayer con más de siete horas y media de retraso a la estación de Chamartín en Madrid, como consecuencia de la avería en la catenaria en un tramo de la vía entre Corcos y Cabezón de Pisuerga.
El tren, un Intercity, que va directo desde Asturias a Madrid, debería haber salido de Gijón a las 16.00 horas pero salió de la estación a las 17.15 por una avería, llegando a Oviedo a las 17.45 y a Madrid a las 4.30 de la madrugada. Renfe informó a los pasajeros de que se les devolverá el importe íntegro del viaje.
Según fuentes consultadas por Europa Press, posteriormente el tren se paró en la estación de Palencia a las 21.00 horas por una avería en el tendido eléctrico. Una vez allí, Renfe puso a disposición de los viajeros un autobús que les llevaría hasta la estación de tren de Valladolid y que salió de Palencia a las 22.20 horas.
Una vez en Valladolid, los viajeros serían trasladados a un AVE destino Madrid, que salió de Valladolid a las 0.30 horas de la madrugada. Después según los pasajeros, les informaron a las 2 de la mañana de que el tren estaba averiado y a las 3.30 horas llegó una máquina a remolcarlo. Finalmente el tren llegó a la estación de Chamartín en Madrid a las 4.30 horas de la mañana.
Los pasajeros denuncian que la empresa Adif «ha hecho una gestión lamentable de la incidencia» y aseguran que nadie les informó del retraso, «ni por supuesto de las causas», hasta transcurridos 40 minutos después de la hora prevista de salida del convoy.
Una vez en Palencia, critican, les mandaron salir a la calle, y una vez allí «todo era un caos, no había autobuses para trasladar a los pasajeros, no había orden para ir asignando autobuses, todo el mundo se abalanzaba sobre los autobuses y nadie informaba de los tiempos de espera».