La Sociedad de Valladolid Alta Velocidad ha previsto el derribo de 32 naves existente en el actual complejo de talleres de Renfe, es decir, en las cerca de diez hectáreas que incluyen desde la Estación de Valladolid-Campo Grande hasta Farnesio, pasando por La Esperanza y Ariza.Y, entre todas, tras obtener solamente hace una semana la correspondiente licencia por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, las primeras empezarán a tirarse hoy mismo dando vía libre a la liberalización del suelo para la operación del soterramiento de las vías del tren a su paso por la capital.
Las naves afectadas por los derribos están localizadas en la parcela de la antigua azucarera de Ebro-Puleva situada en el Camino de la Esperanza, entre el Parque Norias de Santa Victoria y la antigua Estación de Ariza. Se trata de un suelo de casi 6.000 metros cuadrados de superficie donde existe un volumen a demoler de 20.490 metros cúbicos. La intervención conllevará el derribo de tres edificios que incluye cubiertas, cerramientos, tabiques y elementos de acabados interiores que se encuentran dentro de las plantas de las construcciones, así como soleras muros y cimentaciones.
En concreto, el bloque principal ocupa una superficie construida de 418 metros cuadrados y consta de tres plantas. La planta baja acogía varias oficinas y despachos, un laboratorio, una fábrica piloto de tratamiento de la remolacha y una sala de calderas; mientras que la planta superior está íntegramente ocupada por laboratorios y el sótano disponía de una sala de reuniones, habitaciónde maquinaria de aire acondicionado y almacén.
Existe otra pequeña construcción, un almacén de materiales de laboratorio que ocupa una superficie construida de 171 metros caudrados en una planta y, por último, también en esa parcela se derribará otra nave-almacén que ocupa una superficie de 1.641 metros. Toyrsa será la empresa que ejecute estos trabajos, que tienen un plazo de cuatro meses y su presupuesto asciende a 167.000 euros (sin IVA).
Cabe destacar, asimismo, que anejo a las obras de derribo ha ido parejo un plan llevado a cabo por la Concejalía de Bienestar Social de atención y acompañamiento de varias familias que ocupaban de manera casi permanente una de esas edificaciones. Es por esto que las obras de derrumbe de las naves también conllevará la limpieza interior que estaba ocupado hasta hace pocos días por esas personas.