«Hace poco, cuando falleció Cruyff, puse una frase: no se gana con los mejores jugadores, si no con los que mejor trabajan juntos». Borja Fernández lleva muchos años en el mundo del fútbol y ha pasado mil y una situciones comprometidas. Ahora, en su segunda etapa en Valladolid, vive una complicada, con un conjunto que no termina de carburar. El gallego apeló ayer a lo colectivo por encima de individualidades, resumiéndolo todo en «lo que tenemos que hacer es ser un equipo no unos cromos».
«Lo que echo de menos son los partidos como ante el Oviedo, ese equipo unido que cuando van las cosas mal se junta, que se alegra cuando el compañero roba un balón o te hace una ayuda. Es lo que nos hace falta, esa unión», sentenció en una larga alocución siempre con referencias a lo global, sin querer señalar a nadie: «Parece que estoy apuntando a alguien, es general, no señalo a nadie, me incluyo yo y al que sea. Es un equipo y somos todos, y si hay gente que no está metida, hay que meterla».
Eso sí, no dudó en defender a Portugal. Una hipotética destitución tendría una clara respuesta: «Quedaríamos retratados. Yo no estuve en la primera vuelta, pero había un entrenador con una filosofía y vino otro con otro, y al final se señalaría a los que se tienen que señalar, nosotros (...) Somos todos culpables. Pero cuando hay 23 tíos, creo que somos más culpables nosotros que el entrenador». Borja ve bien a su entrenador -«reafirmándose en la forma que cree que tenemos que jugar», matizó, señalando que cuando han hecho las cosas que les pide el míster, de forma acertada, han ganado- y pidió a la afición que siga estando con ellos, aunque entiende que se encrespe».
Ratificando lo que dijo tras el partido del Almería -«a veces en caliente se dicen cosas pero no por eso dejan de ser verdad»-, mandó un último mensaje a sus compañeros: «Cuando bajas los brazos o intentas salvar tu solo el culo, al final pasa lo que pasó en estos partidos -por el de Miranda y Almería».
«El fútbol no llega solo, llega cuando un equipo hace bien las cosas. Un equipo es un conjunto. En el fútbol hay muchos premios individuales pero para mí no valen para nada», resumió un Borja que buscó picar en el orgullo a un vestuario que ve aún con opciones de revertir la situación.