Tres colegios mayores ofrecen sus plazas para acoger a los refugiados

R. Gris
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La Diputación firma un convenio de colaboración con Cruz Roja y Cáritas para sufragar el alquiler a personas en riesgo de exclusión social y también a refugiados en la provincia

Poner toda la carne en el asador para que los refugiados que lleguen a la provincia de Valladolid tengan las mayores facilidades. La Diputación de Valladolid firmó ayer un convenio de colaboración con Caritas y Cruz Roja para que los refugiados que lleguen a la provincia vallisoletana dispongan de una ayuda para costear el precio del alquiler en su totalidad por un periodo de seis meses o del 50 por ciento en un año completo, siempre y cuando esta cuantía no sobrepase los 400 euros mensuales. 
Las tres organizaciones, coordinadas tanto por el Gobierno como por la Junta de Castilla y León, se están preparando para recibir a la refugiados, con una especial preocupación por los menores, ya que estiman que el 40 por ciento de las personas que lleguen hasta Valladolid será menor de edad y vendrá solo. En este sentido, el presidente de Caritas en Valladolid, Jesús García Gallo, destacó que  tres colegios mayores vinculados a congregaciones religiosas han ofrecido sus espacios disponibles para acoger a estas personas. «Si por ejemplo tienen 60 plazos y 50 de ellas están ocupadas nos dejan el resto». 
En este sentido, el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, indicó que actualmente la institución ha concedido 15 ayudas por valor de 21.170 euros para este tipo de ayuda. El acuerdo de colaboración recoge una partida de 110.000 euros, por lo que todavía se pueden beneficiar de estas ayudas un mayor número de personas. 
Carnero indicó también que   una veintena de municipios han prestado bien partidas económicas o bienes inmuebles para ayudar a los refugiados. Así, una vez que desde la Unión Europea, el Gobierno y la propia Junta organicen cómo se distribuirán los refugiados que lleguen a España estas viviendas cedidas podrían servir para acoger también a los refugiados. Por ejemplo, en el caso de Traspinedo se han cedido ocho viviendas protegidas que están acabadas, pero donde no reside nadie. En Tordesillas, el Ayuntamiento ha prestado también la casa del antiguo conserje del colegio que actualmente no está habitada. Otros municipios han hecho aportaciones económicas como es el caso de Arroyo de la Encomienda, que ha aportado 5.000 euros. 
Pero Carnero no quiso centrar  únicamente en la vivienda las necesidades que tendrán los refugiados una vez que lleguen a España. En este sentido, recordó que la Diputación también destina 295.000 euros para suplir las necesidades educativas de las personas en riesgo de exclusión social para gastos de desplazamientos y material escolar.  La institución también destina 50.000 euros para sufragar gastos de desplazamiento, residencia, matrícula y material didáctico para universitarios que residen en el medio rural vallisoletano. Se han presentado 87 solicitudes que serán resueltas en el mes de noviembre. 
Por último, el presidente presentó un nuevo equipo de Inclusión Social, compuesto por siete personas, que se ocupará de la gestión y la atención integral a personas y familias en situación de vulnerabilidad.