Cáritas ayuda ya a 700 personas al mes a cubrir sus necesidades básicas en alimentación y vivienda

Luis Amo
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La organización detecta que en estos últimos meses se ha frenado el número de atendidos tras seis años de crisis · La cuantía real destinada a las ayudas supera los 250.000 euros

Voluntario del Banco de Alimentos. - Foto: El Día

«Vigilantes pero esperanzados». Esta es la situación de la realidad actual en Valladolid percibida desde Cáritas Diocesana. Tras seis años de crisis y después de dos ejercicios de alerta ante el elevado deterioro social, las circunstancias parecen reconducirse, aunque las cifras de esta organización en cuanto a personas atendidas y de intervenciones tampoco pasan desapercibidas y revelan más austeridad en esas economías. Exactamente, Cáritas ha atendido en los ocho primeros meses de este año a 3.919 personas en su centro de la calle José María Lacort y algo más de 1.500 en las parroquias de la capital y provincia. Un dato que, desglosado, es el resultado de que atienden a una media de 700 personas al mes, lo que significa una cifra similar a la registrada durante el mismo periodo del año pasado. Con estos números, explica el director de Cáritas Diocesana, Jesús García Gallo, la situación de necesidad en Valladolid registra un «estancamiento» pese a que los que la sufren «tienen más empobrecimiento y sobreviven de una manera más austera».


El máximo responsable ha señalado a este periódico que la organización realizó entre enero y agosto de este año un total de 19.399 intervenciones, una mediación en procesos de intermediación laboral o ayudas a la formación, además para el servicio de atención primaria. Es más, aún refiriéndose a la «contención» en cuanto al número de personas que solicitaron ayuda en Cáritas, el número de atenciones sí aumentó dado que las registradas este año son un 20,4%más que las solicitadas en los ocho primeros meses del anterior (de 19.399 en 2014 a 15.446 en 2013, es decir, 3.953 más). Estos números, por tanto, revelan que «la situación de muchas familias en empobrecimiento es muy penosa, sobre todo, por las cargas familiares o las familias con menores», indicó García Gallo, quien precisó que «no se trata de pobres marginales sino de cierta pobreza severa». Un incremento, asimismo, que se debe principalmente a la prolongación en el tiempo de ciertas situaciones.


En el plano económico, con estos números, Cáritas cuantifica en el mismo periodo del año una ayuda económica real de 250.440 euros, que es una cantidad algo superior a la del año anterior, «pero que sobre todo refleja que todavía muchas personas dependen de nosotros en Valladolid para sobrevivir, amén de otras ayudas, sobre todo públicas».


García Gallo, por último, remarca que la situación aquí es mejor que la registrada en Castilla y León y mejor que la de España. Así, haciendo balance del año, la cifra de vallisoletanos en situación de pobreza severa se mantiene en aproximadamente 32.000 personas, muchos miles de ciudadanos que suman años sin trabajo, con cargas familiares e incluso con cargas hipotecarias y cuyos ingresos mensuales casi ni alcanzan los 307 euros. Es por esto, por ejemplo, que los comedores sociales de Huerta del Rey o de La Milagrosa tienen un alta ocupación de comensales.