Un tren laboratorio examinó ayer la Línea de Alta Velocidad entre Venta de Baños y León coincidiendo con una visita del presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferré. Se trata de un tramo de casi 130 kilómetros de longitud que da continuidad a la línea de alta velocidad que conecta Madrid con Segovia y con Valladolid, un tramo que significará la conexión de la capital de España con el noroeste de la comunidad de Castilla y León.
El máximo responsable del Adif realizó ayer el recorrido en el tren realizando varias paradas de comprobación técnica y visitando también las obras de la estación palentina. El presidente del organismo público quiso comprobar in situ cómo avanzan los trabajos a bordo del conocido como tren verde, el tren autopropulsado de la rama BT, que alcanzó distintas velocidades con un máximo de 140 kilómetros por hora con el objetivo de validar la funcionalidad de la vía auscultando todo el tramo por donde discurrirá la alta velocidad entre Palencia y León aún pendiente de hacer lo mismo con el corredor norte de la capital vallisoletana, es decir, la salida desde la Estación de Valladolid-Campo Grande hacia Venta de Baños.
Con este recorrido del tren laboratorio, los responsables del Adif dieron ayer por estrenado este ramal de alta velocidad que, aún pendientes de una fecha concreta para su puesta en servicio, lo cierto es que fuentes del Adif han señalado a este periódico que sólo está a falta de remates. En concreto, pendiente de la electrificación y señalización. Así, se pudo testar los dispositivos de control y los sensores de la plataforma y de la superestructura.
En lo que respecta al corredor norte de Valladolid, los trabajos han obligado a cambiar 59 servicios de Renfe para permitir la adecuación del actual espacio de ancho nacional a las nuevas infraestructuras de ancho internacional.