El consenso llegó ayer al Salón de Plenos del Ayuntamiento en forma de acuerdo unánime de todos los grupos municipales para intentar salvar la operación del soterramiento. Así, se aprobó reclamar a los bancos un aplazamiento en el pago de la deuda de 400 millones de euros, cuya primera letra de 125 millones se debe pagar antes del 31 de diciembre. Este crédito se pidió por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (VAV), de la que el Ayuntamiento es socio, para ejecutar un proyecto todavía inconcluso.

 

Además, el Pleno también acordó pedir al Ministerio de Fomento y a la Junta que paguen las obligaciones de 325 millones de euros que adeudan a esta misma sociedad, de la que también son socios, que ayudarían a aliviar la situación de estrangulamiento financiero que vive la VAV actualmente y de la que pueden ser responsables subsidiarios todos los socios.

 

En la sesión extraordinaria, solicitada por el Partido Popular para clarificar la situación económica de la operación, se logró el acuerdo para fusionar las dos mociones presentadas, una por los ‘populares’ y otra por el equipo de Gobierno, y consensuar un acuerdo con cinco puntos. Un consenso que capitaneó el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, que dejó de lado las divergencias, que sí que pusieron sobre la mesa PSOE y Sí Se Puede, que reprocharon al PP su gestión durante los últimos 20 años.

 

Acuerdo. Así, en uno de los puntos se pide renegociar la deuda desde la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, de forma que no se comprometa directamente el presupuesto municipal, un punto en el que insistió especialmente el equipo de Gobierno y más después de conocer la carta de conformidad que firmó el anterior alcalde para avalar con patrimonio municipal la parte que le pudiera corresponder al Ayuntamiento. 

 

En este tema insistieron sobre todo PSOE y Sí Se Puede, que pidieron cuentas al Grupo Popular.  Jesús Enríquez, portavoz de los ‘populares’ explicó que León de la Riva «pensó que lo tenía que firmar», aunque también reconoció que «posiblemente» tenía que haber pasado por el Pleno. Eso sí, advirtió que «todavía nadie está exigiendo cuenta al Ayuntamiento» y mostró su esperanza de que la sociedad pueda hacer frente con su patrimonio a las deudas. 

 

En este sentido, el acuerdo también insta a Valladolid Alta Velocidad a pedir a las entidades financieras que «en los próximos dos años no incrementen la deuda financiera en un solo euro, o que se reduzcan los intereses pactados». En todo caso, se trata de lograr cualquier solución favorable. Una solución que no se podrá conocer cómo estaba previsto hoy porque se ha suspendido la reunión del Consejo de Administración de VAV y el encuentro posterior con los bancos para renegociar la deuda.

 

En el Pleno Extraordinario de ayer también se aprobó urgir el traslado de los talleres de Renfe a las nuevas instalaciones en el Páramo de San Isidro, además de mantener inicialmente todos los proyectos aprobados vinculados a la operación para evitar nuevos retrasos, aunque posteriormente podrán reconsiderarse y buscar la opción más eficiente. El Ayuntamiento también pedirá a Fomento que se completen los proyectos pendientes, «especialmente el proyecto de ejecución de la obra ferroviaria» y la variante Este, además de poner a la venta el suelo liberado en los antiguos  talares del paseo de Farnesio. 

 

En el acuerdo plenario también contempla respetar el convenio que se firmó en 2003 para ejecutar las obras de la transformación de la red arterial ferroviaria de Valladolid, pero introduce la posibilidad de fijar «nuevas condiciones derivadas de la revisión y actualización de las aportaciones de los socios a fecha de hoy».  También se estudiará la posibilidad de que en la gestión del suelo de los actuales talleres pueda participar la Sociedad VIVA. 

 

Consulta. Todos los grupos políticos apoyaron ayer también la convocatoria de una consulta para que los vallisoletanos decidan el futuro del proyecto de soterramiento. Esta consulta estará precedida de una campaña de información para dar a conocer el estado real de la operación. Eso sí, entre todos deberán consensuar las preguntas que se realizarán