Las obras de la Línea de Alta Velocidad entre Valladolid, Palencia y León han terminado siete años después de iniciarse. El Ministerio de Fomento da por finalizados los trabajos, tras la supervisión realizada con un tren comercial de Renfe desde mediados de junio. Además, ha iniciado la formación de un total de 260 maquinistas que llevarán los trenes a partir de septiembre por este tramo de 162,7 kilómetros, diseñado para velocidades de 350 kilómetros por hora, si bien en una primera fase no se rebasarán los 200.
La operadora comercial ha recibido ya la línea del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). A mediados de junio le cedió un tren comercial, un Alvia híbrido de la serie 730, como los que cubren el trayecto entre Madrid y La Coruña, para comprobar el estado de la señalización, la vía y la catenaria del nuevo tramo, que se pondrá en servicio en unos dos meses, ya que la ministra de Fomento, Ana Pastor, comprometió que se abriría en la primera semana del mes de septiembre.
De hecho, la operadora ha bloqueado la venta de billetes a partir del 8 de septiembre, lo que obedece, según varias fuentes consultadas por Ical, a los cambios que se aplicarán en la programación de servicios ferroviarios. La suspensión afecta no sólo a los trenes entre León, Palencia y Valladolid, sino también a los que circulan hacia Zamora, Santander y Burgos, debido a que se beneficiarán también de la apertura del corredor de alta velocidad.
No obstante, la compañía no confirmó que el día 8 sea la fecha elegida para poner en servicio la nueva línea, que en unos meses garantizará tiempos de viaje de 20 minutos entre Palencia y Valladolid; de 30 entre León y Palencia, y de una hora y 45 minutos en total hasta Madrid. No obstante, durante los primera etapa, el tren de Alta Velocidad tardará casi dos horas en unir León y la capital de España.
Siete años de trabajos. La construcción de la plataforma de 14 metros de anchura, que se presupuestó en 725,7 millones, comenzó en la primavera de 2008 en la zona leonesa del río Cea y Bercianos del Real Camino, aunque los últimos tramos, los centrales de la línea, no se adjudicaron hasta septiembre de 2009. Pese a no encontrar grandes obstáculos dada la llanura del terreno, la mala calidad de los suelos arcillosos provocaron varios derrumbes en el denominado túnel de Peña Rayada (Valladolid), de dos kilómetros de longitud.
A principios de septiembre, el AVE podrá circular sobre esta infraestructura de 34 viaductos, de poca altura pero de bastante longitud, ocho pérgolas, dos túneles y ocho pasos superiores. Esta línea, que ha supuesto una inversión total de unos 1.200 millones, conectará a la salida de la estación Campo Grande con el tramo Madrid-Segovia-Valladolid, que se puso en servicio en diciembre de 2007. Además, mejorará las conexiones ferroviarias hacia Asturias, Cantabria y el País Vasco.
Por otra parte, Renfe comenzó este martes la formación de 260 maquinistas que circularán por la línea de Alta Velocidad. Las sesiones se prolongarán en los próximos meses ya que cada profesional tiene que recibir, como mínimo, 35 horas de formación sobre la vía, con la circulación por los 162,7 kilómetros del nuevo corredor, con el objetivo de que conozcan el trazado, la señalización y los tramos más complicados como la bifurcaciones o las entradas a las grandes estaciones.