Dejadez, falta de interés por parte de los propietarios, escasez de liquidez económica..., muchos son los problemas que ocasionan que el patrimonio cultural y artístico de la provincia se esté viendo desprotegido cada vez en mayor medida. Justo ayer, cuando se inauguraba la Feria de Turismo de Interior (Intur) en Valladolid, la Asociación Hispania Nostra ponía encima de la mesa una realidad cada vez más acuciante; cada vez mayor número de Bienes de Interés Cultural de al provincia se encuentran en una situación de deterioro.
Según este colectivo, el número de BIC desprotegidos y en una situación de conservación lamentable asciende ya a 20, mientras que el año pasado este número no superaba los 14. Al menos así lo pone de manifiesto la Lista Roja de Patrimonio atendiendo a las denuncias de otras agrupaciones o de particulares, que luego son certificadas por expertos de la asociación.
La crisis está haciendo que el número de momentos con problemas de desaparición no esté descendiendo con el paso de los años, sino que esta cifra está aumentado en la provincia. Tanto es así que durante el año 2010 era once los edificios con problemas, mientras que este año este número ha ascendido hasta los 20.
La ‘lista roja’ del patrimonio vallisoletana está compuesta por el Puente de Megeces; la Torre mudéjar de la Iglesia de San Cipriano en la localidad despoblada de Villacreces (Santervás de Campos); la Iglesia de Nuestra Señora de la Visitación, en Valviedro (Olmedo); la Casa mayorazgo de Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco, en Cogeces de Íscar; el Colegio de los Escoceses, en Boecillo; el Monasterio de Santa María de Palazuelos, en Corcos del Valle; el Hospital Mater Dei, en Tordesillas; el Iglesia de San Juan Bautista, en el despoblado de de Almaraz de la Mota; el Castillo de Villalba de los Alcores; la Iglesia de San Salvador, en Peñaflor de Hornija; la Necrópolis de las Ruedas de Pintia, en Padilla de Duero; la Fábrica de Harinas ‘La Confianza’ en Tordehumos, la iglesia románica de Santa María del Templo, en Villalba de los Alcores; el Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla; Castillo de San Pedro de Latarce; Convento de las Carmelitas Descalzas, de San Pablo de la Moraleja; la Iglesia del Salvador, en Mota del Marqués; el Castillo de Mota del Marqués; la Cartuja de Santa María de Aniago, en Villanueva de Duero, y la ermita de Ermita de Nuestra Señora de Canteces.
Además, hay que tener en cuenta que la situación de desprotección total que viven algunos de estos BIC ya que será prácticamente imposible su recuperación al estar en ruinas y tener partes completamente derruidas. Un claro ejemplo de ello es la Cartuja de Santa María de Aniago, fundada por Juan Vázquez de Cepeda, obispo de Segovia que la dejó a disposición y bajo el patronato de la reina María de Aragón, esposa de Juan II de Castilla. Fue ocupada por los Cartujos en 1441. Está formada por un imponente edificio rectangular de doble planta, de unos noventa metros de largo por veinte de ancho, pero completamente en ruinas.
Pero además de estos 20, también se da la circunstancia de que hay más BIC repartidos por la provincia que se encuentran en un estado deprorable o en ruinas. Un ejemplo es el Hospital Simón Ruiz de Medina del Campo, que recientemente ha perdido su espadaña debido a un derrumbre de parte del tejado.
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Igualmente, también se podría mencionar la Casa Blanca, del siglo XVI perteneciente a la familia Dueñas en Medina del Campo. El Castillo de Mucientes. El Canal de Castilla en la capital vallisoletana y las Fuentes de Argales, que dotaban de agua a algunas caños de la ciudad.