El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, mandó ayer un mensaje de «tranquilidad» sobre el proyecto de soterramiento del ferrocarril a su paso por la capital y aclaró que las palabras de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en las que reconoció el pasado lunes que «el tiempo en el que se hacían soterramientos de cientos de millones de euros ya se ha terminado» y que proyectos como éste dependen del dinero con el que cuente el Ministerio.
En declaraciones recogidas por Europa Press, León de la Riva aclaró que la ministra «no ha dicho que no vaya a haber soterramiento», sino que creía «en un soterramiento razonable y sostenible para Valladolid», un proyecto con el que se seguirá adelante «para mejorar la vertebración de esta ciudad con el dinero disponible. Los soterramientos faraónicos donde no hay dinero para abordarlos no se van a hacer, eso es lo mismo que me dijo a mí el 4 de julio en Madrid con todo su equipo», añadió.
De acuerdo con esto, León de la Riva puntualizó que «habría que replantearse parte de las inversiones, parte del tratamiento de la urbanización o los túneles que salían de la estación», una serie de actuaciones que «se han rebajado de forma notable» para disminuir su coste, pero recalcó que el soterramiento «es un proyecto sensato, sostenible y que se irá haciendo a medida que haya dinero».
Así las cosas, el regidor confirmó que su equipo de Gobierno sigue «viendo viable» el proyecto y aclaró que el dinero comprometido por Ana Pastor durante su visita a la localidad vallisoletana de Medina del Campo «no está en los Presupuestos Generales del Estado, sino en los de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad», por lo que ha querido despejar posibles malentendidos. «Valladolid no renuncia al soterramiento y la ministra no ha dicho que no vaya a haber soterramiento en Valladolid», sentenció.
En cuanto a la nueva estación que incluiría el proyecto, León de la Riva aseguró que «nunca» se pensó «en una estación faraónica», pero ha reconocido que «ahora debe primar una funcional», por lo que ha coincidido en que «habrá que prescindir de algunos lujos».