Cada vez que te emborrachas te vuelves un poco más tonto es el eslogan que la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha escogido para lanzar una nueva campaña de sensibilización para prevenir el consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes. Con el ánimo de hacer ver que el exceso de ingesta de esta sustancia afecta al cerebro, sobre todo en edades tempranas en las que el desarrollo del mismo está en pleno auge, la FAD pone de manifiesto que los efectos de estos consumos no solo se limitan al corto plazo -con la principal consecuencia situada en los accidentes de tráfico-, sino también a largo plazo, incidiendo de manera muy negativa sobre las capacidades intelectuales.
En esta ocasión, la Fundación ha optado por un eslogan en clave de humor, «no porque el asunto tenga gracia, que no la tiene, sino porque es el modo en que mejor puede llegar el mensaje y el camino por el que los chavales muchas veces prestan atención», explicó el director general de la FAD, Ignacio Calderón. De esta forma, se puede ver en uno de los spots cómo un adolescente ata su bici con un candado a un camión que emprende la marcha en cuanto el chico se da la vuelta. Acto seguido aparece el mensaje Cada vez que te emborrachas te vuelves un poco más tonto, con el que la FAD quiere que jóvenes y padres reflexionen e interioricen los efectos de este abuso.
En este sentido, Calderón volvió a reclamar la máxima atención sobre este problema, puesto que desde 2006 a 2010 -año del que se tienen los últimos datos registrados-, el consumo de alcohol en los jóvenes de entre 14 y 18 años se ha incrementado en un 40 por ciento, siendo los de 18 quienes, en un 52 por ciento, reconocen haberse emborrachado alguna vez en el último mes. «Es una edad en la que salen a comerse el mundo, pero en lugar de eso se lo beben», apuntó. Punto en el que reconoció que «seguramente no les hemos dado las herramientas adecuadas para que en esas salidas tengan la posibilidad del autocontrol». Se incrementa el consumo entre los adolescentes y en especial entre las chicas, que registran porcentajes mayores que el de los chicos en borracheras.
Las cifras sobre el consumo «intenso y violento» de bebidas con graduación es lo que más preocupa a la FAD, debido a que «el espacio que ocupa el alcohol en la vida de los jóvenes es muy grande», sobre todo en el caso del ocio y el tiempo libre, donde casi todo empieza con el consumo de este tipo de bebidas. En consecuencia, la FAD ha visto la necesidad de llamar a la cabeza de los jóvenes para que se lo piensen dos veces antes de emprender estos consumos tan abusivos, porque pueden provocar daños cerebrales y afectar a su desarrollo.
El secretario general reclamó también una mejora en la Educación y valoró el hecho de que el Gobierno haya mostrado su predisposición para ir poniendo coto a un problema que «está en la agenda de la sociedad».