Los bancos dan un respiro a la operación ferroviaria y aceptan renegociar con los socios de Valladolid Alta Velocidad (VAV) un nuevo aplazamiento de seis meses para afrontar la primera letra del préstamo de 400 millones que se pidió hace más de una década para ejecutar el soterramiento. Este acuerdo, que se consiguió en la reunión que celebraron en Madrid los responsables del pull bancario –BBVA, Banco Santander, La Caixa, Bankia, España-Duero y el Instituto de Crédito Oficial– y los socios de la VAV (Ministerio de Fomento, Junta y Ayuntamiento), proporciona nuevamente liquidez a la sociedad y resucita un proyecto que hace varios meses se daba por liquidado.
En esta reunión se acordó aplazar hasta el 31 de septiembre el pago de los 125 millones invertidos hasta el momento en la operación ferroviaria, que había que haber abonado inicialmente el 31 de diciembre de 2015 y posteriormente el 31 de este mes. Un balón de oxígeno que ahora deben formalizar, antes del próximo 4 de abril, los bancos y las tres administraciones implicadas y que implica la firma de un contrato de novación, vigente hasta finales de septiembre, momento en el que tendrá que empezar a devolverse la cantidad adeudada. «Se firmará una addenda al contrato, que deberá recoger el plan de viabilidad de la sociedad y el compromiso de reestructuración de la deuda, algo que evitará el pago de los intereses de demora devengados desde el 1 de enero, fecha en la que finalizó el primer plazo», explicó el concejal de Hacienda, Antonio Gato, que actuó en representación del Ayuntamiento de Valladolid junto al concejal de Urbanismo, Manuel Saravia.
Dinero para talleres. Otra derivada de este acuerdo, que en parte se alcanzó gracias a que Renfe y Adif han aportado los 62,5 millones que les correspondían de su parte de la deuda, es que por fin se han desbloqueado las cuentas de la sociedad y esta podrá disponer de los 15 millones que tenía en ellas. Esto permite, según explicó Manuel Saravia, recuperar la liquidez necesarios para adquirir la maquinaria y concluir la puesta a punto de las instalaciones de los nuevos Talleres de Renfe para su puesta en funcionamiento en junio, tal como prometió la semana pasada la ministra de Fomento, Ana Pastor.
Una operación fundamental para liberar el suelo de los antiguos talleres en el paseo de Farnesio, que será de los primeros que se ponga en el mercado. Aunque para eso habrá que esperar a la nueva tasación inmobiliaria que se ha encargado «para saber cuál puede ser el calendario de enajenación de los terrenos y a qué precios pueden venderse, lo que ayudará a despejar las incógnitas sobre las opciones de seguir adelante con el soterramiento», aclara Gato.
Esta valoración actualizará la tasación de las setenta hectáreas de suelo urbanizable encargada en 2014 a la empresa Knight Frank, que fijó en 397,3 millones de euros el valor de los terrenos frente a los 1.065 millones que se manejaban en 2008 cuando se aprobó el plan, 667, millones menos. Además, la actualización se hará en función de las 15 opciones que se están estudiando ahora mismo para redefinir el proyecto del soterramiento.
Unos acuerdos que hacen que el balance que se realiza por los socios sea muy positivo. «Se ha conseguido el objetivo del Ayuntamiento y la Junta: tener más tiempo hacer el plan de viabilidad que garantice la operación».