«Renfe ha cumplido todas y cada una de las obligaciones de la operación ferroviaria»

Javier D. Bazaga / Madrid
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Entrevista a Berta Barrero, directora general de Operaciones de Renfe

La compañía estatal de ferrocarriles reclama el desbloqueo de la situación de los talleres del AVE de Valladolid, en Campogrande, y pide al consistorio de la ciudad que proceda a la entrega de los nuevos terrenos «libres de cargas» porque «no podemos trasladarnos sin las garantías de propiedad de ese nuevo suelo, y esa entrega no se ha producido». Fuentes de la compañía aseguraron a ICAL que no tiene sentido esperar unas licencias y tener parado un taller puntero en España y de los más modernos de Europa en la reparación de material. No tiene ni pies ni cabeza dicen, por lo que insisten en poner sobre la mesa toda la voluntad de acuerdo para que se de salida a la situación cuanto antes.

 

Hagamos un poco de memoria, ¿cómo se ha llegado a esta situación?

Renfe entró en 2002 a raíz de la firma del convenio con la Junta de Castilla y León donde Renfe asume el 12 por ciento de la participación de la sociedad Valladolid Alta Velocidad, destinada al desarrollo e integración del ferrocarril en la ciudad. La firma de ese convenio recoge la variante exterior este de la linea, la adecuación de la estación y los accesos ferroviarios a la ciudad y sacar el complejo ferroviario de Campo Grande a las afueras de Valladolid como objeto. La contraprestación para todas esas actuaciones son que los terrenos que el Ministerio de Fomento, a través de Renfe y Adif, se ponen a disposición de esta operación para financiar todas las actuaciones convenidas entre Fomento, la Junta y el Ayuntamiento de Valladolid. A lo largo de todo el proceso, que recuerdo comenzó en 2002, Renfe no ha hecho otra cosa que favorecer el desarrollo de todas las actuaciones que tienen que ver con el traslado al nuevo taller. Es decir, Renfe ha colaborado en toda la definición de los layout del taller y ha colaborado con toda la sociedad. Igual que ha habido otras partes dentro de la sociedad que han cobrado asistencia técnica por la esos trabajos, Renfe ha colaborado con todo el equipo de Renfe Fabricación y Mantenimiento en la definición de los pliegos de licitación de la maquinaria y en la asistencia a la sociedad en los procesos de adjudicación de esa maquinaria sin cobrar nada y sin que suponga un coste adicional al proceso, porque entiende que parte de los fines de esa sociedad van a ir en favor del traslado de su actividad. Ahora trabajamos con la sociedad en la recepción de esa maquinaria de la misma forma, con todos nuestros equipos técnicos y con la mejor de las voluntades.

 

¿Cuál es la situación en la actualidad?

El Ministerio se comprometió con ese convenio a poner a disposición unos suelos y el Ayuntamiento se comprometió a entregar, libre de cargas, los suelos donde iban a ir las instalaciones del nuevo complejo ferroviario. Esto es lo que no ha hecho el Ayuntamiento. Renfe y el Ministerio de Fomento han venido cumpliendo hasta ahora puntualmente con las obligaciones que el convenio firmado en 2002 establecía. Para que Renfe se traslade a las nuevas instalaciones, además de que tienen que estar terminadas y recepcionadas, tiene que darse la entrega libre de cargas de esos suelos, y esa entrega no se ha producido.

 

¿Cuándo se tenía que haber producido?

Antes del traslado. En el momento de finalización de las obras se tenía que haber producido. Cuando la sociedad recepcionó la obra civil, tenía que haberse hecho sobre una entrega de unos suelos que no están recepcionados. El Ayuntamiento es poseedor de esos suelos desde 2006, y hasta 2015 creemos que ha habido tiempo suficiente para modificar un plan parcial, para replantear las limitaciones de las parcelas y entregar a la sociedad la parte que le obliga en ese convenio que, insisto, es la propiedad de unos suelos libres de cargas que la sociedad debe entregar a Renfe, y Renfe a su vez entregar los suelos de Campo Grande al Ayuntamiento.

Además se tiene que dar otra condición ya contemplada en 2002, un convenio entre el Ayuntamiento y los cedentes del suelo, Renfe y Adif, en el que las partes establezcan cómo y cuándo se procede a la entrega de los suelos de Campo Grande y cómo y cuándo se procede al traslado. Convenio que Renfe viene tratando de negociar con el Ayuntamiento desde 2014 ante las dificultades del Ayuntamiento de elaborar y aprobar el plan parcial, ya que se entendía que las obras del taller y la entrega de la maquinaria estarían listas antes de que se hubieran realizado los procedimientos administrativos que comporta la modificación. Por eso quisimos que con este convenio fuéramos garantizando de un lado que los suelos de Renfe de los que hoy es titular se puedan ir entregando parcialmente, al tiempo que podemos ir ocupando el vuelo del taller hasta que el traspaso se complete.

En definitiva, Renfe ha cumplido hasta el día de hoy todas y cada una de las obligaciones que tenía asumidas por el convenio firmado en 2002, y ha colaborado de manera gratuita en favor del objeto social y fin último de la sociedad en el traslado de ese taller porque para Renfe es absolutamente estratégico el nuevo complejo ferroviario de Valladolid.

Es más, Renfe ha definido un plan de evolución de la actividad de fabricación y mantenimiento donde el nuevo taller se convierte en la principal área y centro de trabajo de Renfe Fabricación y Mantenimiento. Lo que no podemos hacer es trasladarnos sin las garantías de propiedad de ese nuevo suelo y nos otorgan unas licencias de actividad y medioambientales que no nos corresponden a nosotros, sino que nos las tienen que entregar.

 

¿Cómo se puede desbloquear esta situación?

Nosotros estamos en favor de buscar una solución acordada sobre el cómo se refinancia la sociedad para garantizar que las obligaciones contractuales que tiene adquiridas la sociedad se cumplan y, como accionistas, debemos buscar la mejor de las soluciones.

Renfe y Adif ya hemos puesto encima de la mesa, al Ayuntamiento y a la Junta, opciones para ver de qué manera se refinancia la sociedad y se continúa con los objetivos definidos. Estamos dispuestos a hablar de una revisión o renegociación del convenio.

A lo que no estamos dispuestos es a trasladarnos a la nueva instalación si no tenemos un marco de garantías de propiedad de ese nuevo taller. Además no podemos trasladarnos hoy, porque no hay maquinaria.

 

¿Y cuál es la respuesta del Ayuntamiento?

Que lo están estudiando. Tienen sus dificultades en la Concejalía de Hacienda y entiendo que aunque analicen las alternativas que puedan considerar, tienen unas obligaciones contraídas por ser accionistas y parte en el capital de una sociedad con un objeto social claro y que no pueden dejar de lado. Es obligación de las partes ponernos de acuerdo en cómo recapitalizar la sociedad y concluir los objetivos que se le atribuyeron en 2002. Nosotros pedimos una licencia de actividad desde noviembre del año pasado, pero veníamos solicitando desde un año antes un acuerdo con el Ayuntamiento para garantizar el traslado paulatino de las instalaciones en tanto en cuanto tuviéramos la propiedad completa del suelo libre de cargas.

No es solo una cuestión de licencia de actividad, es también cuestión de establecer cómo es el mecanismo de entrega de la propiedad de un suelo libre de cargas que debe recibir Renfe Fabricación y Mantenimiento antes de entregar sus suelos en propiedad. Es crítico que el principal activo de Renfe Fabricación y Mantenimiento -con 500 trabajadores propios y hasta 1.000 en personal indirecto-, y el tercer o cuarto centro de trabajo más importante de la ciudad, tenga esas garantías.

 

¿Cómo se sienten?

Nos sentimos un poco cuestionados en el valor que Renfe está poniendo encima de la mesa para la ciudad, y nada más lejos de la realidad cuando se está diseñando un plan de desarrollo que tiene a Valladolid como epicentro.

Nos sentimos rehenes de una situación que no entendemos cuando, además, las dimensiones son las mismas que las de Campo Grande, que tiene 19 hectáreas mientras que nos van a entregar 18. Tenemos 73.000 metros de naves cubiertas en distintas naves y nos van a entregar una única nave. Los mismos metros cuadrados en superficie y cubiertos en el centro de la ciudad, nos los van a dar pero a las afueras, con los costes operativos que nos va a suponer trasladar al personal diariamente y por los que nadie nos va a compensar. Por eso no entendemos que se nos trate de esta manera.

 

Y con esta oferta encima de la mesa, ¿cuáles son los plazos que manejan?

Una vez que se llegue al acuerdo de refinanciación de la sociedad, quedarían desbloqueadas las cuentas, se podrían reanudar los compromisos de entrega de la maquinaria y debiéramos entonces hacer la instalación de la maquinaria pendiente, que es una de las principales para el funcionamiento del taller como es el centro de rodaje y de bojes. Si por algo se caracteriza el taller de Valladolid es por su excepcional especialización en la reparación del rodaje y los bojes de los trenes, y eso no está ni instalado en el nuevo taller porque es imposible que traslademos una actividad tan crítica a un centro donde no tenemos instalados determinados equipos de gran pesaje que necesitamos.

Confiamos que el acuerdo se alcance esta misma semana y así a partir de la semana que viene, a principios de marzo, empezar las actividades, llamar a los fabricantes, instalar la maquinaria, empezar con las pruebas de recepción y comenzar la formación del personal, porque todavía nos quedan 8.000 horas de formación pendiente antes de poder dar cumplida actividad de traslado, es decir, unos tres meses antes de poder decir que estamos en condiciones de iniciar el traslado.

 

Es decir, que urge que la situación se desbloquee cuanto antes.

Es crítico. Necesitamos que la situación se desbloquee cuanto antes, pero no solo en cuanto a la refinanciación de la sociedad, sino que se aclare la necesaria transmisión de los suelos libres de cargas, cosa que después de 15 años todavía no ha hecho.

Los primeros que estamos trabajando por garantizar las cargas de trabajo de Valladolid en el taller de reparaciones es Renfe porque está reordenando todo sus sistema de producción para aprovechar al máximo una instalación que es la más moderna de Europa. No se nos puede acusar precisamente de poner en riesgo las cargas de trabajo en la ciudad de Valladolid.

 

¿Los trabajadores de Venta de Baños se ven afectados por esta situación?

No. En Venta de Baños están afectados por un plan con el que queremos garantizar la sostenibilidad  y viabilidad del área de Fabricación y Mantenimiento dentro del grupo Renfe como entidad pública. Venta de Baños es un centro que en 2010 se le tuvo que dar una solución de urgencia, porque entonces contaba con 22 trabajadores sin actividad, y en aquel momento se decidió constituir centros especializados de reparación de componentes. Una manera de llevar la carga de trabajo donde estaban los trabajadores, cuando lo normal era lo contrario ya que cada vez es mayor la necesidad de movilidad de recursos y personal. Nosotros llevamos el trabajo donde estaban los trabajadores y en aquel momento cargas de trabajo de reparación de amortiguadores de Valladolid se llevaron a Venta de Baños. La situación hoy ha cambiado sustancialmente, ya no son 22 trabajadores, son 10, ocho productivos y dos indirectos. Qué ha pasado en este proceso? Que la mayoría de ellos se han ido a trabajar a las instalaciones de Valladolid porque parte del modelo de especialización de mantenimiento es eficientar los centros de trabajo. Venta de Baños era un nodo ferroviario en los años 50, todos los trenes pasaban por allí, hacían parada y se reparaban.

Hoy en día la configuración de la red ferroviaria y la nueva tecnología en el material no hace necesario tener en Venta de Baños un centro productivo que además supone unas pérdidas en costes por trabajador del orden de 15.000 euros, porque estaba configurado para 80 trabajadores y ahora está abierto con 8, por lo que eficiencia en la gestión de los recursos productivos públicos no parece que haya, y ese es nuestro objetivo. Por tanto la solución en Venta de Baños es sencilla: trasladar a esos trabajadores a un centro donde su productividad aumenta, con un turno de trabajo adaptado para que puedan ir y venir todos los días, se les dará una indemnización por desplazamiento tal y como recoge el convenio de Renfe, y además van a tener una prima de taller por lo que van a cobrar más a final de año.