La igualdad y solidaridad de género, a debate en el II Congreso Estatal sobre Pobreza y Exclusión Social

Agencia ICAL
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El ex dirigente de CCOO José María Fidalgo y la jurista de Cáritas María Segurado piden en Valladolid más inversión para educar en la igualdad y mayores contrataciones laborales entre las mujeres

La igualdad y solidaridad de género, a debate en el II Congreso Estatal sobre Pobreza y Exclusión Social

La segunda jornada del II Congreso Estatal de Participación de Personas en Situación de Pobreza y Exclusión Social, que se celebró hoy en Valladolid, debatió sobre la necesidad de avanzar en la igualdad y solidaridad de género, actuando como ponentes el exsecretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, y la abogada de Cáritas Española María Segurado. Ambos coincidieron en señalar que aún queda mucho en el ámbito social, pero sobre todo en el laboral, a la hora de que mujeres y hombres cuenten con las mismas oportunidades.

El debate, moderado por José Manuel Negro, periodista de Radio Televisión de Castilla y León (RTVCyL), apeló a la necesidad de plantear leyes y derechos que aboguen por una mayor conquista social, sobre todo desde el lado femenino, en una situación donde la precariedad económica influye y mucho. “La crisis económica mundial ha sido muy fuerte, ahora se tienen que pagar los platos rotos y todo ello afecta mucho a la gente generando desigualdad, además de llevarse por delante muchos empleos y los bancos”, explicó.

Igualmente, el ex dirigente sindical leonés se refirió al hecho de que la garantía de un puesto de trabajo es la garantía de la inserción social. “El modelo que pueda primar que se tenga en cuenta lo que vales se ha quebrado y ahí salen mucho peor paradas las mujeres”, dijo. Por su parte, la asesora jurídica de Cáritas Española, María Segurado, significó que en materia de igualdad se van dando pasos “lentos” y aunque precisó que se ha avanzado con respecto a los años 40 y la época de las abuelas y madres espetó: “No veo que en materia de género se haya hecho mucho ni como profesional de la abogacía ni como mujer. A todos nos gustaría ver más avances en la sociedad, reduciendo brechas”.

Mientras tanto, Fidalgo incidió en el hecho de que “la desigualdad no la arreglan las leyes”, al tiempo que apuntó que se ha ido avanzando en aspectos relacionados con la formación y la ocupación laboral respecto a otras generaciones “aunque la tasa de desempleo, sobre todo femenino, sigue siendo muy alta”. Ahora, concretó que existen muchas más cualificación de mujeres que hace décadas “donde la mayor parte de la mano de obra era masculina”.

A su vez, señaló que cuando se habla de aplicar políticas de igualdad en España “se acaba el dinero” y criticó que siga siendo mucho más fácil despedir a las mujeres que a los hombres “con la excusa desde los poderes de que se encargan de los niños y mayores”. En este sentido, explicó que no se tiene en cuenta que ha quedado demostrado que “son mejores en sus resultados académicos” en carreras de gran cualificación y agregó que se las ha vuelto a “castigar” con la llegada de la crisis”.

María Segurado agregó que desde Cáritas se intenta promover medidas educativas orientadas a padres, profesores y niños y enfocadas a que no exista desigualdad “pero esto cuesta dinero y la sociedad debe invertir en ello”. Por ello, se postuló a favor de mantener vivo “el feminismo sin connotaciones” en la lucha contra todo tipo de discriminación: “Debemos luchar contra los estereotipos y ser autocríticos, incluso en quien trabaja para la Iglesia como yo, ya que las instituciones a veces no son sensibles con la igualdad”. “Se trata de pelear por las leyes y los derechos, planteando con calma un debate social en temas de violencia contra las mujeres, caso de la trata de mujeres, prostitución o pornografía”, arguyó.

Contratar más a la mujer

En el terreno laboral, el que fuera máximo dirigente de CCOO, expuso que en materia de lucha de derechos en España el asociacionismo “no está muy bien visto” y menos aún en el ámbito de defensa de los derechos femeninos. Por ello criticó que las empresas sigan viendo un problema en que la “mujer se quede embarazada y tengan hijos, debiendo contratarlas más ya que está demostrado que son mucho más hábiles que los hombres en muchas situaciones”.

Al respecto incidió en que hay que llevar a cabo una defensa de “la acción positiva” que en muchos países ha dado buenos frutos. “La raíz de la integración es el empleo y debe de haber un cambio de mentalidad y acabar por los estereotipos”, manifestó, al tiempo que consideró que el repunte constante de la violencia de género tiene mucho que ver con el hecho de que “el elemento masculino reacciona negativamente ante cualquier avance de la autonomía de la mujer”.