El paro de larga duración sube casi un 700% desde el inicio de la crisis

AGENCIAS
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Un informe de la OCDE refleja que en 2007 había en España 370.000 desempleados que llevaban 12 meses sin trabajar, mientras que en la actualidad la cifra sube a casi tres millones

El paro de larga duración sube casi un 700% desde el inicio de la crisis

La alargada sombra del desempleo opaca la recuperación económica que España está emprendiendo después de varios años de esfuerzo y sacrificio. Al dato del paro juvenil, uno de los que más preocupa, pues llega al 56%, hay que sumar el número de desempleados de larga duración (aquellos que llevan más de 12 meses sin empleo), que alcanzó en el segundo trimestre de este año los 2,95 millones, un 696,8% más en comparación con los niveles previos a la crisis (se toma 2007 como referencia), lo que supone el incremento más elevado entre todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Así se desprende de un estudio realizado por esta organización, que cifró el número de desempleados dentro de este último colectivo en el cuarto trimestre de 2007 en 370.000 personas, un dato que comparado con el actual desvela que en los últimos años las personas en esta situación se han incrementado hasta 2,58 millones.

Por otro lado, y en cuanto a los datos generales, el número de ciudadanos que lleva más de 12 meses sin empleo en la OCDE alcanzó en el segundo trimestre de 2013 los 16,86 millones, un 95,4% más que los 8,63 millones que existían antes de que comenzará la recesión.

Tras España, los países del mundo donde más se han incrementado los parados de larga duración han sido Islandia e Irlanda (680,4 y 450,7%), Grecia (366,7%), Nueva Zelanda (347,3%) y EEUU (326,1%). Por el contrario, los únicos donde han descendido han sido Corea del Sur (-48,5%), Alemania (-47,3%), Israel (-24,9%), Finlandia (-5%) y Suiza (-0,9%).

Asimismo la estadística recoge que aproximadamente uno de cada dos parados españoles (49,3%) lleva más de un año en esta situación, en contraste con el 19,1% registrado en el cuarto trimestre de 2007. En el conjunto de la OCDE, el porcentaje es del 35,3%, su nivel más alto desde que comenzó la crisis (27%).

Implementar medidas. Los Gobiernos tanto centrales como regionales, conscientes de la lacra que supone el desempleo, no solo para la economía, sino también para la sociedad, trabajan para mejorar estos balances de maneras bien distintas. Por ejemplo, aquellos que en el Reino Unido lleven más de un año sin contrato alguno deberán ganarse la prestación social mediante el desempeño de labores comunitarias como recoger la basura en los parques, limpiar grafitis o ayudar a ancianos, según anunció hace unos días el secretario del Tesoro británico, George Osborne.

Un caso más cercano, aunque menos llamativo, es el de la Comunidad de Madrid, que para incentivar su reincorporación al mercado laboral sufragará los costes salariales y formativos de este tipo de desempleados que hayan perdido las prestaciones y sean contratados, por un máximo de 1.800 euros al mes y un período de seis meses. El Ejecutivo de Ignacio González destinará un presupuesto de 10 millones de euros para llevar a cabo esta ayuda.

Otro ejemplo, en este caso de carácter más local, es el de Zamora, donde aquellas personas sin trabajo optarán a bonificaciones de hasta el 50% en las tasas de servicios básicos como el agua, la basura o el alcantarillado a partir del próximo año, según decidió el Ayuntamiento.

Aunque estos datos son duros, tampoco se puede obviar que España nunca ha sido un país que, al estilo de Alemania, haya tenido un índice de paro del 5%. De hecho, según el servicio de estudios del BBVA, la tasa de desempleo estructural de la economía nacional estaría entre el 18% y el 19%, lo que implica que en una situación de velocidad de crucero España continuaría arrastrando más de cuatro millones de parados.

En la actualidad, un descenso de dos millones en las listas de Empleo se convierte en una panacea por la que hay que trabajar, pues emplear a los ciudadanos es la única manera de crecer económicamente, ser competitivos y posicionarse como una potencia en Europa.