La llamada que han hecho los empresarios a trasladar los días festivos a viernes o lunes para ahorrar costes podría hacer efecto el próximo año. La polémica ha surgido de nuevo después de que, por decisión del Ayuntamiento, se volviera a celebrar anteayer el Día del Padre, en lugar de hacerlo el lunes. Un debate que llega en mitad de las negociaciones del calendario del año que viene, que se están llevando a cabo en el Consejo de Trabajo.
Además de la Junta, allí están presentes Cecale y los sindicatos UGT y CCOO, que ya han recibido la propuesta del Gobierno regional. La Junta tiene capacidad para modificar tres festivos: el Jueves Santo, el 6 de enero y el 23 de abril, Día de Castilla y León. En base a esta política, el primero no hay que moverlo, al tratarse del puente de Semana Santa. Tampoco el 6 de enero, que caerá en lunes en 2014. Pero Villalar, el 23 de abril, caerá en miércoles, y las partes que negocian están pensando trasladar esa fiesta al 21 o al 25, tal y como confirmó ayer a este periódico el director general de Trabajo de la Junta, Carlos Díez.
Cabe recordar que de los 14 festivos que hay al año en el calendario laboral, dos los marca el Ayuntamiento y otros doce la Comunidad Autónoma. Pero de esos doce, nueve vienen establecidos por el Estatuto de Trabajadores, de modo que la Junta solo tiene margen de actuación en tres. Así es en la mayoría de los casos porque, si alguno de los nueve que marca el Estatuto de los Trabajadores cae en domingo, la Junta pasa a tener capacidad para moverlo. Así ha pasado este año con el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción), que cae en domingo y el Gobierno regional lo ha trasladado al lunes.
Este año, por ejemplo, Villalar seguirá celebrándose en martes. La Junta no lo ha querido cambiar para ahondar en la cohesión regional, pero esto podría cambiar el año que viene después de las quejas de instituciones como la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) o Empresa Familiar. A pesar de estas quejas, el calendario de 2013 está aprobado por unanimidad.
El proceso de elaboración del calendario laboral comienza con una propuesta de la Junta que se remite al Consejo de Trabajo. Allí se discute y se llega a una propuesta, por unanimidad o mayoría, que se eleva al Consejo de Gobierno. Eso sí, aunque siempre se suele aprobar, la propuesta no es vinculante y la Junta podría decidir sin tener en cuenta estas opiniones, aunque nunca ha pasado.
El director general de Trabajo reconoce que las asociaciones empresariales pidieron a la Junta que fuera sensible con la directriz establecida a nivel nacional de situar las fiestas en lunes o viernes.
Después de la propuesta que se hace en marzo y antes de tomar una decisión, la Junta consulta con el sector del comercio, con el Arzobispado y con las cámaras para ver si hay algún problema.