UGT planteó ayer a Fomento que retome las obras de la variante de mercancías -by-pass-, paralizadas por la escasez de recursos, para que los nuevos talleres, que se ubicarán en el complejo ferroviario de San Isidro, tengan acceso a la red de alta velocidad por el este de la ciudad. El sindicato entiende que es la única solución para que la Base de Mantenimiento Integral (BMI) pueda encargarse de la fabricación, mantenimiento y revisión de trenes convencionales y de alta velocidad.
El responsable autonómico de UGT para el sector ferroviario, Felipe de Diego, explicó que esta propuesta del sindicato pretende dar solución a las conexiones del nuevo complejo ferroviario, ya que aseguró que la revisión y mantenimiento de trenes, sobre todo, de alta velocidad, son las áreas que generan más trabajo. El dirigente sindical indicó que esta solución se adopta ante la paralización de las obras de la Línea de Alta Velocidad Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León y Burgos-Vitoria, que permitirían la entrada de vehículos por el norte de complejo ferroviario.
En ese sentido, De Diego explicó que su propuesta pretende aprovechar los recursos que se destinarán a la puesta en servicio de un tramo de la variante este ante el desmantelamiento a finales de año de un tramo de vía, que da salida a los vehículos que se producen en las instalaciones de Renault, a través de la línea Valladolid-Ariza, que entra en la ciudad por el polígono de Argales, a través de la estación de la Esperanza, en las inmediaciones del Arco de Ladrillo. Por tanto, la solución de UGT pasaría por revisar el proyecto de la variante, que Fomento comenzó a construir y paralizó en 2010 ante la escasez de recursos, para que sirva de entrada y salida a los trenes de alta velocidad. El desmantelamiento del tramo urbano de la Valladolid-Ariza permitirá liberar suelo urbano lo que ayudará a obtener recursos a la Sociedad del TAVy posibilitará la instalación de empresas de componentes ferroviarios en la ciudad.
Al respecto, Felipe de Diego sostuvo que el proyecto del Complejo, que se presupuesto en 170 millones, se ha ajustado para ahorrar unos 40 millones. No obstante, la reestructuración del centro no ha afectado a los talleres, conocidos como BMI, que según explicó, serán los de mayor tamaño de Europa y contarán con un utillaje de última generación. El centro, que consideró «puntero», estará operativo para el sindicalista el próximo verano ya que se está finalizando la obra de estas instalaciones y del ramal de acceso desde el Nudo Norte de Valladolid (7,5 kilómetros).
La construcción del ramal a los nuevos talleresy el acceso a Redalsa, ambos con anchos internacional y convencional, que se adjudicó en 13,74 millones. Además, el proyecto incluye la construcción de un desvío mixto que servirá para conectar el nuevo complejo con la variante este. También, Felipe de Diego señaló que es importante que Adif finalice las obras del túnel entre las estaciones de Chamartín y Atocha en Madrid, para que los trenes AVE del sur de España puedan ser reparados y revisados en los talleres de Valladolid.
El dirigente advirtió de que el centro debe estar operativo antes de 2015 para que se encargue de la revisión a fondo del tren S-103, fabricado en Valladolid. Señaló que esta tarea generaría nuevo empleo ya que la cafetería de este convoy produjo 700.000 horas de trabajo. Explicó que las obras del complejo, que comenzaron en julio de 2009, acumulan ya un retraso de 18 meses, si bien «se debe a los cambios llevados a cabo en la planificación, no a la falta de fondos».