Comisiones Obreras ha abogado por cerrar el anillo ferroviario exterior de Valladolid, llevar a cabo el traslado de los talleres de Renfe para liberar terrenos y ver las alternativas de integración del ferrocarril en la ciudad sin que esto suponga "hipotecar" administraciones como el Ayuntamiento, el Ministerio o la Junta de Castilla y León.
Así lo ha puesto de manifiesto el sindicato en una rueda de prensa que han ofrecido el secretario de Organización y Comunicación, Luis Fernández Gamazo; el secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía, Carlos Julio López Inclán; y el responsable de Salud Laboral, Seguridad Social y Medio Ambiente, Mariano Sanz Lubeiro.
Fernández Gamazo, después de que el Ayuntamiento haya aplazado el soterramiento y haya abogado por la liquidación de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, considera que es momento de que la sociedad vallisoletana "reflexione" sobre la situación actual y replantear un proyecto que pasa por el traslado de los talleres, que tiene una implicación de trabajadores; los costes que se han generado a las administraciones; y cómo resolver un problema "histórico" de integración.
A este respecto, considera posible "transformar" lo que pueda ser un problema aparente, que ha supuesto "chafar" la ilusión en la ciudad sobre el posible soterramiento, en una oportunidad para estudiar un nuevo modelo de movilidad en la ciudad, con la integración del ferrocarril y resolver este problema, todo ello "sin hipotecar" a las administraciones, sino con unas garantías de viabilidad.
En este marco, considera "capital" el traslado de los talleres de Renfe, que siempre han visto como algo "muy importante" porque movilizar las instalaciones supone liberar una gran parte de espacio urbano que permitiría otro tipo de iniciativas.
Éstas pasarían por resolver otros problemas como la política de vivienda, que debería "desterrar" una de las opciones que se contemplaba en el plan actual del soterramiento como era su base en la "especulación" inmobiliaria, cuando a su juicio se debería utilizar este suelo para una política pública de vivienda en alquiler en la que el Ayuntamiento tiene un "papel importante".
Para todo esto, considera que el Consistorio debería "liderar" esta gestión y contar con todos los actores implicados y la sociedad para ver el futuro de esta cuestión. SOTERRADO SÓLO EL DINERO
El sindicato ha criticado que actualmente se hayan "soterrado" 400 millones de euros pero "ni un centímetro de vía" y cree que hay cuestiones que han perjudicado al proyecto como el retraso en casi tres años del traslado del taller de Renfe y la estación de mercancías, que "darían otra visión" sobre las actuaciones a llevar a cabo, ha afirmado Carlos Julio López.
En esta línea, ha incidido en que para ello se tiene que cerrar el anillo ferroviario, algo para lo que no se ha destinado inversión suficiente mientras sí se hizo para soterrar el ferrocarril en el pinar, algo que ha calificado de "capricho" y ha generado que el Ayuntamiento tenga que pagar 100 millones.
Así, cree que hay que evitar que esto vuelva a producir en el futuro, por lo que ha reclamado "cabeza" y "sensatez", y en primer lugar liberar todos los terrenos que se puedan liberar, cerrar el anillo y dejar la vía "diáfana" para, a partir de ahí, ver las necesidades "reales" de integración del trazado ferroviario.
El responsable de la Federación de Servicios a la Ciudadanía ve que ahora puede haber una "oportunidad" para el transporte de Valladolid, ya que se podría poner en marcha el corredor de cercanías que propone el sindicato entre Palencia, la capital y Medina del Campo de manera que la ciudad contaría con un "tranvía exprés" con una posibilidad de intermodalidad con el transporte urbano (autobús), que supondría una solución "muy buena".
"Daría valor añadido al ferrocarril y no se vería como el enemigo a batir", ha añadido López, quien cree que a partir de ahí se tendría que empezar a pensar cómo quedaría la ciudad y las acciones a llevar a cabo para la integración, con un soterramiento parcial u otras actuaciones como las llevadas a cabo en Europa o Estados Unidos.
"Pero a partir de ahí", ha aclarado Carlos López, quien considera que no se debe hacer lo mismo que con el anterior plan, encargar un "megaproyecto" urbanístico a un arquitecto de renombre sin que después pudiera ser "medianamente realista". Asimismo, considera que la solución que se busque debe ser, además de moderna y funcional, con un plazo de ejecución definido, sin que se pueda "eternizar", y tener una viabilidad técnica y económica.
Entre los ejemplos de integración, los responsables de CCOO han puesto Vitoria o Berlín, pero en cualquier caso proponen que para buscar una solución se "abra la mente" y no pensar en algo irrealizable que al final deje a los ciudadanos como estaban, "mal".