La crisis destruye uno de cada cuatro puestos de trabajo y echa el cerrojo a 1.316 empresas del sector industrial

Ical
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Ha perdido un total de 46.400 empleos desde 2008 y su PIB registra una caída del 5,23 por ciento, el doble experimentado por el conjunto de la economía de la Comunidad

La crisis destruye uno de cada cuatro puestos de trabajo y echa el cerrojo a 1.316 empresas del sector industrial

La crisis sigue dibujando historias llenas de números rojos. El sector industrial también ha sentido sus latigazos. Heridas profundas que se traducen en datos duros. Desde 2008 la Comunidad ha perdido 46.400 empleos, casi uno de cada cuatro de los puestos existentes en estas actividades. Además, en el inicio de este ejercicio operaban en Castilla y León 12.240 empresas encuadradas en este sector, 1.316 menos que al inicio de la crisis, según señala un informe de Comisiones Obreras.   
 
El documento constata también que este sector registró un decrecimiento de su PIB entre 2008 y 2012 del 5,23 por ciento, el doble que el experimentado en igual periodo por el conjunto de la economía de la Comunidad. El Índice de Producción Industrial (IPI) de Castilla y León se situaba en 2008 en 105,3 puntos, mientras que este año se ha rebajado hasta el 79,3 (77,3 en la industria manufacturera).
 
La industria manufacturera ocupa a 111.000 asalariados, con un impacto de la crisis sobre 35.000 respecto a los que había en 2008 y aporta el 14,1 por ciento del PIB. El número de parados del sector industrial se elevó en este periodo un 163,8 por ciento.
 
La importancia para la economía autonómica de estas actividades queda de manifiesto en que representan el 19,1 por ciento del PIB de la Comunidad y emplean a 140.800 personas (el 15,7 por ciento del total de ocupados en la Comunidad), 125.800 asalariados, de los que el 85,5 por ciento son indefinidos.
  Con estos datos en la mano, el secretario de Acción Sindical de CCOO en la Comunidad, Vicente Andrés, advirtió de que «se debe contar con la industria como motor básico» para la recuperación y sostuvo que estas actividades «están en condiciones de contribuir específica y significativamente a la reactivación del crecimiento económico y a la generación de puestos de trabajo».
 
Andrés advirtió de que en la actualidad hay «muchas» fábricas abandonadas tras procesos concursales, que habría que salvar para que no se hagan con ellas a cachos los «chatarreros». Por ello, demandó la intervención activa de las administraciones públicas para poner en marcha un mecanismo de venta de estas instalaciones «que están en pie y tienen maquinaria» para empezar la actividad de inmediato.
 
Aseveró que la crisis «se ha cebado de manera muy especial con nuestra industria manufacturara» y lamentó que «no se ha hecho suficiente para responder convenientemente a sus necesidades y retos». Además, demandó planes territoriales de reindustrialización en aquellas zonas de la Comunidad en las que la crisis «se ha cebado de manera más profunda», apostó por reforzar los instrumentos financieros y la innovación y la atracción de inversores para enderezar el rumbo industrial.