El traslado de los talleres de Renfe a las nuevas instalaciones del Páramo de San Isidro es ahora una prioridad para los socios de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. Tanto el Ministerio de Fomento como el Ayuntamiento se comprometieron ayer a desbloquear los obstáculos que han retrasado una y otra vez la puesta en marcha de las que se consideran unas instalaciones ferroviarias de referencia en Europa.
«Hay voluntad de todos los socios para que los talleres se pongan en funcionamiento cuanto antes», aseguraba el secretario de Estado en funciones de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, tras la reunión del Consejo de Administración. En este sentido, anunció que habrá «un contacto intenso» entre Renfe y el Ayuntamiento para cerrar un acuerdo sobre la diferencia de valoración del taller y del suelo del paseo de Farnesio por el que se permutará. Una desfase económico que el Ayuntamiento ha valorado en más de cien millones. Por eso, mientras se concreta cómo se puede compensar esa diferencia que frena la permuta, Fomento apuesta por ver en «qué condiciones puede prestar Renfe el servicio sin ser titular del suelo».
Maquinaria. Ayer también se conoció que todavía falta por recepcionar parte de la nueva maquinaria de las instalaciones. Una situación que se puede demorar ya que, tal como desveló el alcalde, la Sociedad Valladolid Alta Velocidad no tiene liquidez para afrontar el pago de los 10,5 millones de euros que cuesta. Además, una vez que se instale esa maquinaria será necesario un periodo de formación a los trabajadores para manejarla.
Por su parte, Óscar Puente se comprometió a que en la Junta de Gobierno de la próxima semana se aprobará la licencia de actividad para los talleres y así quedaría «todo desbloqueado» por parte del Ayuntamiento. Eso sí, el alcalde quiso matizar que este trámite no ha retrasado el traslado, y advirtió de que se solicitó por Renfe en octubre del pasado año, «si bien hasta el 13 de enero no se presentó la documentación necesaria para que se otorgue este permiso, que ya cuenta con el informe ambiental».
Puente, que acudió a la reunión acompañado del concejal de Hacienda y el de Urbanismo, explicó que se aprobó que Renfe se hará cargo de la seguridad de los nuevos talleres porque a partir del 1 de marzo ya no estaba contratado este servicio, «pese a que hay costosas máquinas y unos 500 kilómetros de cable de cobre».