La Procesión General de la Pasión contará desde este año con un nuevo paso y recupera una hermandad. La Cofradía del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli volverá a salir en la magna procesión de la capital vallisoletana después de casi seis décadas desde que no procesionaba el Viernes Santo alumbrando una imagen de ‘San Juan Evangelista’ que se conserva en la Catedral. La talla de madera policromada está desde hace varias semanas en la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, la conocida Escuela de Artes y Oficios, donde están procediendo a su restauración debido a que «se encontraba especialmente sucia y con algunas costras puntuales muy adheridas en la policromía». También repondrán los dedos que le faltan, uno en cada mano.
El profesor que dirige la intervención, Andrés Álvarez Vicente, explica en este sentido que la imagen responde a características muy peculiares: desde su autoría hasta su conservación, pasando por el estilo de sus diferentes partes. Por lo pronto el restaurador destaca que esta imagen de cuerpo completamente modelado, es decir, tallada en su integridad, se cinceló para un retablo y no para procesionar, lo que se deduce de que no está vaciado su interior o, lo que es lo mismo, que es de madera maciza con un peso total que alcanza los 130 kilos. Se da la circunstancia, en lo que significa el dato más llamativo, que Álvarez Vicente cree que podría tratarse de una escultura de reaprovechamientos dado que la vincula al derrumbe de la torre de la Catedral en 1841, porque justamente la capilla inferior es donde recibe culto esta talla, «y las características de cabeza, cuerpo, pies y manos llevan a pensar que estos elementos pudieran pertenecer a tallas distintas» hasta el punto de que, como precisa el restaurador, «la cabeza del ‘San Juan’ es de una calidad mucho mejor que el resto del cuerpo».
Estas características han llevado a que la restauración de esta escultura sea una experiencia más enriquecedora de lo previsto inicialmente, como reconoce Álvarez Vicente, al atribuir la imagen al círculo del imaginero Pedro de Ávila y datándola en el primer cuarto del siglo XVIII. Estos son algunos de los detalles que el restaurado y su equipo comentaron ayer al delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Pablo Trillo, quien valoró el trabajo de restauración que se está realizando sobre esta imagen, «lo que permitirá su incorporación a la Semana Santa vallisoletana y su participación en la Procesión General, un auténtico museo en la calle reconocido internacionalmente y que se ve enriquecido con incorporación de obras como ésta».
El presidente del Discípulo Amado, Benito Rebollo Matías, por su parte, avanzó ayer a este periódico que su hermandad desfilará en la Procesión General entre las cofradías de la Preciosísima Sangre y El Descendimiento, y su nuevo paso de ‘San Juan Evangelista’ ocupará el número 25 en el orden de salida de los 33 pasos que desfilarán desde este año. Asimismo, avanzó que será alumbrado en la antigua carroza del‘Cristo del Perdón’ y que compartirá con la Cofradía de la Piedad, que además la ha remodelado íntegramente para procesionar también al ‘Cristo de la Humildad’, en esta ocasión el Miércoles Santo.