El histórico Lalo García, que se retiró en 2001 tras 13 temporadas en el CB Valladolid, recibió ayer un sencillo pero emotivo tributo en la pista central del Polideportivo Pisuerga, durante la celebración del  Fanatic Mini, con más de 400 jóvenes jugando al baloncesto.

Al exjugador se le encumbrará como padrino de este Fanatic Mini, a modo de reconocimiento a la trayectoria que le ha convertido en un referente para los chavales de las canteras de los clubes de Castilla y León.