Alta tecnología al servicio de la seguridad

SPC
-

La Variante de Pajares de la línea Valladolid-Asturias contará con 43 sensores que detectarán la caída de objetos a la vía

El Ministerio de Fomento dotará a la Variante de Pajares de 43 sistemas de detección de objetos caídos a la vía para reforzar la seguridad de esta infraestructura que conectará La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias). Estos sensores, que se colocan en vallas y utilizan cables de fibra óptica, serán instalados por Thales España en un plazo de seis meses, lo que supondrá un desembolso de 2,7 millones de euros.
 Estos sistemas permiten conocer si la vía está libre de objetos que hayan podido caer en la misma desde los pasos elevados o bocas de túneles. Por ello, se instalarán en este tramo de vía de alta velocidad de 51 kilómetros y se conectarán con el Telemando de Sistemas Auxiliares y el Centro de Regulación y Control de la línea. El Ministerio de Fomento prevé poner en servicio en septiembre el tramo Valladolid-Palencia-León y antes de que acabe el año, si no se presenta ningún problema técnico, uno de los túneles de la Variante de Pajares.
Fuentes de Thales explicaron a Ical que estos sistemas «garantizan, mejoran y complementan las condiciones de seguridad y de confort» de la línea ya que se colocan en puntos en los que existe riesgo de caída de objetos de gran volumen, como los pasos elevados sobre la vía y las entradas a galerías. Consisten en redes sensorizadas mediante un cable de fibra óptica, que cierra un bucle en el sistema de detección, de forma que la caída de un objeto a la vía produce la rotura del cable, la detección del mismo y el envío de la correspondiente alarma al equipo interior ubicado en el cuarto técnico del enclavamiento (o sistema seguro de control de tráfico de trenes).
Esta información se emplea tanto para su envío al Telemando de Sistemas Auxilares o Centro de Regulación y Control como al enclavamiento, actuando sobre la señalización del tramo. Asimismo, el cierre del bucle de cada punto de detección se realiza sobre un par de cables de fibra óptica tendidos paralelos a la vía, permitiendo el sistema hasta ocho bucles de detección por cada par de cables de fibra. El sistema se configura normalmente con redundancia en cada punto de detección (valla) y cada uno de ellos conectado a un par de fibra diferente e instalado cada uno en un lado de la vía.
Igualmente, la identificación y diferenciación de cada uno de los bucles, que permite al sistema saber en cuál se ha producido la rotura, se basa en la transmisión de una señal de datos a través del par de fibra y la medida de los retardos -proporcionales a la distancia a la que se encuentra el bucle- en la recepción de la señal. Los equipos se instalan en edificios técnicos o estaciones, por lo que no es necesario sistemas electrónicos a lo largo de la vía, ya que el bucle más lejano puede situarse a una distancia de 20 kilómetros.
El sistema dispone de las interfaces necesarias para su conexión a Centros de Control o Telemandos de Sistemas Auxiliares que permiten presentar las alarmas en sistemas de gestión integrados y puedan ser utilizados por los propios sistemas de gestión y los operadores de los mismos para tomar las decisiones y acciones necesarias. Este equipo está certificado con la clasificación más alta de seguridad.