Conseguir el carné de conducir es cada día más difícil. Y no porque el examen haya cambiado a principios de este año, que también, sino porque conseguir la licencia cada día es un sacrificio más grande para el bolsillo de los vallisoletanos. Yasí lo demuestra la evolución de las cifras de expedición desde que empezó la crisis económica. Por ejemplo, en el año 2008 se concedieron en Valladolid 11.772 licencias de conducción. Pero la llegada de la crisis hizo que esa cifra fuera cayendo progresivamente para quedarse en 9.495 en 2009, 8.261 en 2010, 7.885 en 2011 y apenas 7.057 el año pasado. Es decir, en cuatro años se ha registrado una caída del 40,1 por ciento, según los datos de la Dirección General de Tráfico.
Y nadie mejor que los profesores para comprobar esta tendencia. Por ejemplo, Álvaro M. V., de la Autoescuela Joven, confirma que el 80 por ciento de la pérdida de alumnos sufrida en los últimos años se debe a motivos económicos. Además, constata una tendencia que consiste en que los aprendices intentar hacer el examen con menos prácticas para intentar pagar menos. Es decir, que si hace unos años se hacían una media de 25 prácticas, ahora los clientes se presentan después de realizar 15. «Y eso se nota en los resultados, sobre todo en la primera convocatoria».
Y al final termina siendo contraproducente, tal y como confirma Montse Álvarez, de la autoescuela Las Moradas, porque, cuando se suspende la segunda vez, «hay que renovar los papeles y eso cuesta más de 180 euros».
Según ella, la bajada de alumnos ha sido «una burrada» desde hace dos o tres años. Además, los que intentan sacarse el carné lo tienen todavía más difícil porque, según ella, las condiciones del tráfico han empeorado. «Hay mucho coche, para cambiar de carril casi tienes que pedir audiencia con el Papa, y eso hace que se tarde más en hacer un trayecto, además de exigir del conductor mayor habilidad», explica. Por eso en esta autoescuela han optado por dar una clase y media (90 minutos).
«Para que cunda». Es decir, con más tráfico se aprovechan menos las clases, por lo que es necesario hacer más prácticas y el coste de sacarse el carné aumenta. ¿Cuánto cuesta obtener la licencia de tipo B (el más habitual)? Es muy complicado establecer una media, porque cada caso es diferente. Álvarez dice que lo de las 20 prácticas para ir bien preparado «pasó a la historia». Lo ideal sería hacer al menos 25, que, unido al coste de las tasas y la matrícula, podría elevar el precio final hasta los 1.100 euros.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Valladolid, José Luis Matos, también incide en que esta pérdida de alumnos se debe a que conseguir el carné C o D para conducir camiones ya no es sinónimo de encontrar trabajo, como antes. «Además, tenemos menos alumnos inmigrantes y estamos notando la bajada de natalidad que se produjo hace 20 años».
De los 7.057 permisos concedidos el año pasado, 5.200 son carnés de tipo B, que dan la posibilidad de conducir automóviles de hasta 3.500 kilos, además de triciclos y cuatriciclos de motor.
Nuevo examen desde el pasado 19 de enero
Desde el pasado 19 de enero hay que realizar un nuevo examen para obtener el carné de conducir, que ya es común en toda la Unión Europea. Las exigencias han aumentado. Ahora el examen teórico es individualizado y las preguntas se obtienen de una base de datos de 15.500 preguntas, por las 800 de antes. Es decir, ahora los alumnos no pueden aprobar el examen a base de memorizar las preguntas y sus correspondientes respuestas. Además, en el ámbito práctico se apostará por una conducción autónoma y eficiente. Esto se traduce en que los diez primeros minutos el examinador da libertad al alumno a la hora de elegir el recorrido. «Estas modificaciones se establecen por el propósito de la DGT de elevar la calidad en las pruebas para obtener los permisos para conducir como un método para que los nuevos conductores tengan una mejor formación.
El representante provincial de las autoescuelas, José Luis Matos, asegura que en las primeras semanas el examen «está funcionando bien» y explica que estos cambios están encaminados a dar más importancia a la formación presencial.